Desde hace año y medio, Galicia es la voz de las comunidades autónomas españolas cuando en los Consejos de Ministros de Bruselas se habla de pesca. Y pretende seguir siéndolo durante los próximos seis meses, decisivos para Galicia puesto que se tiene que cerrar la nueva política común de pesca. Por eso se ha ofrecido a Navarra para «asumir la representación de las comunidades españolas ante Europa», a la vez que ha solicitado al Ministerio de Agricultura que se trate este ofrecimiento en la próxima reunión con las comunidades autónomas.
Así lo anunció ayer la conselleira de Mar, Rosa Quintana, en su comparecencia ante el Parlamento gallego, una intervención que arrancó en tono victorioso, resaltando los logros del Consejo de Ministros de Luxemburgo, como la flexibilización de los plazos en los objetivos para la consecución del rendimiento máximo sostenible (RMS) o la eliminación total de los descartes, para admitir, tras los reproches de la oposición, que hay una cuestión esencial contra la que no queda más remedio que actuar judicialmente: la derogación del principio de estabilidad relativa, la clave de reparto de cuotas entre los países de la UE.
Estabilidad relativa
En este sentido, la oposición, tanto el Bloque como el PSdeG, arremetieron por la falta de arrojo del Gobierno español, que prácticamente ha descartado pedir la revisión de ese principio que perjudica exclusivamente a España. El portavoz del Bloque, Bieito Lobeira, puso énfasis en que esa revocación no figura en el texto remitido por el Ejecutivo español, cuando sí figura «o prexudicial que será a aplicación do RMS no Mediterráneo» y Marisol Soneira rebatió la afirmación de Quintana de que las cuotas transferibles permitirán a España hacerse con más cuota, pues la socialista recordó que son voluntarias y nadie puede obligar a Dinamarca, por ejemplo, que ceda cuota, cuando lo que busca es cantidad no calidad.
Quintana admitió que en esa cuestión España está sola y que habrá que recurrir a la Justicia europea.