El riesgo de un nuevo caso Bankia enfría la fusión de las cuatro cajas medianas

M. Sío dopeso vigo REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La integración de Unicaja, BMN, Ibercaja y Liberbank sumaría 6.800 millones en provisiones, casi la mitad para el ladrillo sano

16 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Tener mayor tamaño no es garantía de solvencia y la prueba a la vista está». Así explicaban ayer fuentes conocedoras del plan de fusión a cuatro bandas de Unicaja, BMN, Ibercaja y Liberbank que, en poco más de 48 horas, ha pasado de ser un objetivo estratégico del Ministerio de Economía, en su afán de reestructurar el mapa financiero español, a convertirse en una operación calificada de riesgo aplazada hasta nuevo aviso.

El propio ministerio se encargó de cancelar la reunión que los directivos de las cuatro entidades tenían prevista en Madrid este lunes para escenificar el arranque oficial de las conversaciones, iniciadas a dos bandas por Liberbank y BMN meses atrás. «El escenario ha cambiado. Ahora hay que ver cómo va a hacer frente cada uno a la nueva demanda de provisiones adicionales y, a partir de ahí, se tendrá que analizar en qué medida es un proceso viable», afirman fuentes de la operación. Según las comunicaciones remitidas a la CNMV, con las nuevas provisiones sobre el crédito sano decretadas por el Gobierno, estos cuatro grupos de cajas tienen que realizar un volumen de saneamiento adicional de 2.721 millones: (a Ibercaja más Caja 3

le corresponden 697 millones; Unicaja más Ceiss, 888; a BMN, 640; y a Liberbank, 496 millones de euros.

Estas cantidades, sumadas a la cobertura de activos tóxicos exigida en el primer decreto de saneamiento, elevan la dotación total a 6.800 millones de euros.

Problema de solvencia

Falta por saber cómo hará frente cada entidad a las nuevas exigencias, algo que deberán explicar al Banco de España antes del 11 de junio. Fuentes conocedoras de la operación sostienen que, con el aprovisionamiento extra requerido, las cuatro entidades podrían cerrar el ejercicio con pérdidas. «No es un problema de dimensión, lo que se necesitan son recursos para hacer frente al decreto. Nadie, visto lo visto, quiere que se repita otro caso Bankia», sostienen fuentes financieras, que recuerdan que el resultado de la fusión de las cuatro cajas medianas sería la constitución del quinto mayor banco de España, con 270.000 millones de euros en activos.

Según el sector, el único aliciente que mantendría viva la posibilidad de que la fusión a cuatro prospere es que el decreto otorga un plazo extra para solventar el saneamiento inmobiliario de dos años para las entidades que opten por procesos de fusión.

Subasta del Banco de Valencia

Dentro del proceso de reestructuración del mapa financiero, el Banco de Valencia confirmó ayer la hoja de ruta que concluirá con la subasta, a finales del mes de junio. Según explicó la entidad, el cuaderno de venta elaborado junto con el banco de inversión (Nomura) se repartió el pasado 9 de abril entre las entidades que habían mostrado su interés inicial en participar en el proceso.

El plazo de presentación de ofertas no vinculantes finalizó el 27 de abril, con cinco bancos interesados. «Desde entonces estamos trabajando en la fase de due diligence, que implica una revisión por parte de las entidades interesadas de los expedientes de acreditadas del Banco de Valencia y de la información más relevante. Se prevé que esta fase finalice a mediados de junio», explicaron fuentes del banco.

Plan reforzado de Goirigolzarri

A la vista de los acontecimientos, y la creciente incertidumbre sobre el futuro de la entidad, el Banco de España ha exigido a Bankia que presente un plan reforzado de saneamiento. Así lo reconoce la entidad en un informe remitido ayer la CNMV. Será, por tanto, el nuevo equipo gestor, dirigido por José Ignacio Goirigolzarri, quien determine el programa de actuación. El plan de saneamiento elaborado por el equipo de Rato ha sido considerado insuficiente para cumplir las exigencias del decreto de febrero.