El presidente de la petrolera acusa a Argentina de coaccionar y hostigar para provocar la caída de las acciones y hacerse con la filial, que valora en 18.300 millones de dólares, «a precio de saldo»
17 abr 2012 . Actualizado a las 23:03 h.El presidente de Repsol, Antoni Brufau, afirmó hoy en rueda de prensa que la petrolera «irá a por todas» para impedir que la expropiación de su filial YPF, decretada ayer por el Gobierno argentino, quede impune. Entre las medidas que adoptarán está acudir a CIADI, órgano de arbitraje del Banco Mundial. En una durísima declaración que se prolongó por espacio de dos horas, el directivo acusó a Argentina de haber desarrollado una campaña de coacciones y hostigamiento, además de «filtraciones calculadamente interesadas», para provocar la caída del precio de las acciones de la compañía y poder hacerse con ella «a precio de saldo». Pero le envió un mensaje claro a la presidenta Cristina Fernández, recordándole que está obligada a lanzar una OPA por el 100% de YPF si quiere hacerse con el control.
Brufau aseguró que a partir de ahora desde Argentina se tratará de intoxicar y manipular los datos -se ofreció a explicar y contrastar cuantos fueran necesarios- pero subrayó que según las auditorías, el valor de YPF es de 18.300 millones de dólares (alrededor de 14.000 millones de euros), de modo que la participación de Repsol en ella (el 57% del capital) se traduce en 10.500 millones de dólares (unos 8.000 millones de euros). «YPF vale mucho más de 18.000 millones de dólares, ya que un trocito del yacimiento de Vaca Muerta aporta 13.000 o 14.000 millones. Nosotros vamos a pedir a lo que tenemos derecho. Vamos a ir a por todas, para que quede claro que no se pueden hacer las cosas mal, ni jugar con los intereses de los demás», sentenció el presidente, tras acusar a Argentina de que «la seguridad jurídica no es lo más fuerte en el país con el Gobierno actual».
También se refirió a que el gran yacimiento no convencional de gas de Vaca Muerta, descubierto por YPF, estaba «detrás» de la expropiación, «en el origen del expolio», ya que «más de la mitad del discurso de la presidenta ayer estuvo referido a él». «Decía ayer la presidenta que según los informes de energía de la agencia americana Argentina estaba considerada el tercer país del mundo en recursos no convencionales. Esos recursos fueron descubiertos por YPF», señaló Brufau, para calificar de «muy golosa» la cantidad «de cosas que se pueden hacer con ellos, por lo que a lo mejor no hay que dejarlas en manos de aquellos que tienen el derecho de gestionarlas, como es YPF».
Tras desgranar un rosario de cifras de actividad e inversiones de la filial argentina, aseguró que la política de dividendos de la compañía «no va a cambiar» y que lo ocurrido en Argentina no afectará de ningún modo ni a los precios ni al suministro de España. Lo que no desveló es qué hará Repsol con el 6% del accionariado que aún le restará en YPF tras la nacionalización, limitándose a señalar que «lo mínimo es esperar a ver qué valor tiene ese 6%, porque la política de hostigamiento ha hecho caer mucho su precio».
Agradeció al Gobierno español, especialmente al presidente Rajoy, que hoy inicia una gira por México y Colombia, su papel de defensa de la compañía, así como a la oposición y a la UE, al tiempo que lamentó que Cristina Fernández no hubiera querido hablar para encontrar una solución. «Yo quiero saber qué ha pasado. Me lo deben. La presidenta no se quiere reunir conmigo, pero alguien tiene que explicar por qué piensan que somos los culpables de todo lo que le pasa a Argentina y por qué hemos sido sometidos a esta vil expropiación, que consideramos ilícita e ilegal», subrayó Brufau, que admitió que «sería absurdo decir que no pasa nada. Nos ha causado una enorme tristeza y un impacto emocional fuerte. Pero las bases de Repsol son enormemente sólidas».