Francia corre el peligro de los «amigos españoles» si gana la izquierda

Thibauld Malterre PARÍS / AFP

ECONOMÍA

07 abr 2012 . Actualizado a las 00:33 h.

El presidente francés Nicolas Sarkozy, candidato a su reelección, puso a España, atrapada en la recesión y la crisis de deuda, como ejemplo de lo que podría ocurrirle a Francia en caso de una victoria de su rival socialista François Hollande. «La situación que afrontan nuestros amigos españoles, después de la que han afrontado nuestros amigos griegos, nos llama a la realidad», dijo Sarkozy al presentar su programa electoral, a poco más de dos semanas de la primera vuelta: el 22 de abril.

«Después de siete años de Gobierno socialista, observen la situación de España, su incapacidad de cumplir los compromisos asumidos, la crisis de confianza a la cual se ha visto arrastrado ese gran país», subrayó el mandatario conservador, al que los sondeos sitúan por detrás de Hollande en la segunda vuelta (el 6 de mayo). «Todas mis propuestas giran en torno a un objetivo que considero imperativo para que Francia vuelva a dirigir su destino: el retorno al equilibrio de nuestras finanzas públicas en el 2016», agregó el jefe de Estado, en el poder desde el 2007.

La «regla de oro»

Sarkozy prometió que, para alcanzar esa meta, hará aprobar, en caso de obtener un segundo mandato, la «regla de oro» que obliga a presentar presupuestos en equilibrio y acusó al Partido Socialista francés de ser la única gran formación europea que «no se ha comprometido a hacerlo».

Anunció también que pedirá congelar la contribución de Francia al presupuesto de la UE si resulta elegido, y que esa medida representará un ahorro de 600 millones de euros al año. La contribución anual de Francia al presupuesto de la UE es de 19.000 millones, la segunda más importante tras Alemania.

Sarkozy afirmó que Francia parte con ventaja por haber tomado medidas que evitaron una situación como la de España, obligada a aplazar su meta inicial de déficit fiscal, a realizar durísimos recortes y a ofrecer intereses vertiginosos para cubrir la deuda.

«Gracias al trabajo y al coraje de los franceses, estamos adelantados en la trayectoria de reducción de nuestro déficit)», que cayó de 7,1 % del PIB en el 2010 a 5,2 % en el 2011, un resultado mejor que el 5,7 % que se había comprometido inicialmente a alcanzar ante sus socios de la eurozona. Pero todo eso podría verse comprometido por «el festival de nuevos gastos» sin financiación que, según Sarkozy, promete su principal rival en los comicios.

Entre sus promesas figuran también el bloqueo del precio de los carburantes y reformar las ya reformadas jubilaciones.