La banca recurre a «fondos buitre» para desprenderse de los créditos morosos

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El Santander ingresa 200 millones tras deshacerse de un lote de hipotecas basura por importe de 1.500 millones

04 abr 2012 . Actualizado a las 13:41 h.

La banca española necesita sanearse y desprender del lastre que suponen los activos no rentables y, dada la situación del mercado, no le queda más remedio que malvenderlos. Dentro de esta estrategia, el Santander acaba de ingresar 200 millones de euros por la venta a tres fondos de inversión (Fortress, Cererus y Lone Stare) de un lote de créditos hipotecarios y al consumo cuyo importe sumaba 1.500 millones de euros. A simple vista, la operación parece poco ventajosa pero para los bancos es, a día de hoy, la única forma de generar ingresos por unos activos fallidos o dudosos.

¿Que es un «fondo buitre» y por qué les interesan los créditos morosos?

La mayoría de los denominados fondos buitre (vulture funds) son gestores de activos de riesgo, generalmente inversores extranjeros, que basan su negocio en la compra de carteras de deuda con descuentos de entre el 60 % y el 90 % para recuperar más tarde lo máximo posible de la inversión, mientras siguen cobrando los intereses. El negocio consiste en adquirir este tipo de cartera a precios muy reducidos, obteniendo ganancias sobre los créditos que, finalmente, consiguen cobrar.

¿Qué beneficio tiene un banco al malvender sus activos fallidos?

Se trata de activos fallidos, es decir, créditos al consumo o hipotecas concedidas que acumulan una alta morosidad o son de dudoso cobro. Deshacerse de ellos suponen desprenderse de una carga en un momento en el que los requerimientos de saneamiento para la banca se han incrementado. Según los expertos, la venta de este tipo de activos puede ayudar incluso a que las entidades logren mejoras de sus calificaciones.

¿Por qué el Santander ha recurrido a la venta de créditos morosos?

Al igual que el resto de la banca española, la entidad está obligada a cumplir unos requerimientos de solvencia impuestos por el Ministerio de Economía para sanear sus balances del lastre inmobiliario que, en su caso, suman 6.100 millones de euros (4.100 millones en provisiones y 2.000 más en capital). Dentro de esta estrategia de desprenderse de activos fallidos, el banco que preside Emilio Botín ha cedido su plataforma de recobro Reintegra al grupo noruego Lindorff, especializado en la recuperación de morosos.

¿Veremos pronto más ventas de activos tóxicos en la banca española?

En el sector financiero español se da por hecho que este año se dispararán este tipo de ventas de carteras a los «fondos buitres», ante la fuerte necesidad de las entidades de soltar lastre para equilibrara sus balances. Hasta ahora, los bancos se habían mostrado reticentes a desprenderse de estos activos a un precio muy por debajo del valor desembolsado en su día. El problema, según los expertos, es que la mayoría de las entidades les cuesta dar el paso de reconocer el precio de estos activos y anotarlo en la cuenta de resultados. «Nadie quiere asumir estas pérdidas», dicen.