La jornada de huelga del 29-M ha arrancado en Galicia con tranquilidad y diversos incidentes menores. Desde medianoche decenas de piquetes vigilaron que los locales de ocio nocturno cerrasen sus puertas y que los trabajadores de los primeros turnos no accediesen a sus puestos de trabajo.
Vigo
En la ciudad olívica hubo seguimiento al paro desde el minuto uno. Poco después de pasada la medianoche, cientos de trabajadores hicieron saltar, con petardos y bocinas, las alarmas de los comercios a su paso por la calle Príncipe. Se registraron pequeños incidentes como lanzamiento de huevo y petardos y e, incluso, los piquetes dañaron un vehículo BMW que se cruzó en sentido contrario en su ruta nocturna.
En total, los bomberos salieron doce veces a lo largo de la madrugada para sofocar incendios en contenedores de basura. La calle García Barbón fue una de las más afectadas aunque, en general, toda la zona centro.
La actividad en Vigo permanecía a primera hora de la mañana prácticamente parada. Así, Citröen se halla sin funcionamiento y los sindicatos aseguran que hoy no se van a producir coches en la factoría.
También a primera hora se ha registrado una detención, la del responsable de comunicación de la CIG para Pontevedra y Ourense. Según explican los piquetes, la Policía Nacional se lo ha llevado mientras realizaba grabaciones ante un centro comercial de la ciudad sobre la acción de los manifestantes. El periodista permanece en la actualidad arrestado, mientras sus compañeros aseguran que el control policial fue «exagerado».
La mayoría de los comercios del centro no han abierto, además, sus puertas hoy a las diez de la mañana, como es habitual. Un grupo de piquetes esperaban a la entrada de los grandes almacenes de El Corte Inglés para evitar que abriera, ante varias dotaciones de la Policía Nacional. Pero el local ni siquiera lo ha intentado.
Ferrol
En la ciudad departamental también se han sucedido a lo largo de las primeras horas diversos incidentes. Así, tanto de noche como a primera hora de la mañana los sindicatos aseguran que se quemaron diversos contenedores y hubo barricadas en distintos puntos de la comarca. También ha habido cortes de tráfico en A Gándara y As Lagoas. En Río do Pozo unas farolas fueron tumbadas para cortar el tráfico y la barrera de seguridad de Indipunt fue rota mientras un centenar de piquetes impedían la entrada de una operaria, que finalmente desistió de ir a trabajar.
Además, a primera hora, se han vivido momentos de tensión a las puertas del Ayuntamiento departamental. Los piquetes forcejearon y tiraron bolsas de basura contra los agentes que custodiaban las puertas traseras del Ayuntamiento, por la que entraron los trabajadores de servicios mínimos.
A las 10.00 horas, momento de apertura del comercio y hostelería, se constata cómo en el casco histórico de Ferrol la actividad es nula. Además, los sindicatos han llegado a un acuerdo con el gerente de Alcampo para que cierre el hipermercado. La noticia ha sido recibida con aplausos por los piquetes. A las tres acudirán de nuevo para que el cierre se mantenga por la tarde.
Juan José Couso, piquete y miembro de la ejecutiva comarcal de UGT, asegura, además, que fue agredido esta madrugada. Afirma que el suceso se produjo en el Ensanche, cuando aparecieron agentes de la Policia Local y al echarse a correr, asegura, le agredieron. Los sindicatos han mandado un escrito de repulsa. Por otro lado, un delegado de Acciona ha sufrido un infarto y ha sido ingresado en el Chuac.
Lugo
En Lugo los principales incidentes se desarrollaron en el polígono de O Ceao. Allí a las ocho de la mañana piquetes cortaron el tráfico y prendieron fuego a contenedores y neumáticos ante la mirada impasible de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Además, diversos piquetes trataron de disuadir a los trabajadores a que accediesen a sus centros de trabajo.
La estación de autobuses de la ciudad de la muralla está cerrada. Ha quedado interrumpido el transporte interurbano de viajeros.
A Coruña
La huelga en A Coruña se inició con un incidente a las puertas de la planta de Cespa en A Grela, donde el miembro de un piquete informativo de Comisiones Obreros recibió un golpe cuando un trabajador accedía con su vehículo a las instalaciones. «Fue gente que quiso entrar a trabajar y pasó rápido con el coche y le dio», confirmaron desde la central, donde también señalaron que el afectado se encontraba bien y que no fue necesario trasladarlo a un centro hospitalario.
Por lo demás, en los principales polígonos coruñeses la normalidad ha sido la tónica general. Se han producido algunos incidentes aislados en las primeras horas de la mañana. Sobre las 6.15 horas se produjo una quema de neumáticos en el acceso a Pocomaco desde la avenida de Alfonso Molina, en las inmediaciones del edificio de sindicatos, quedando la vía despejada quince minutos después. A las 7.30 horas, hubo otra barricada en la N-550, a la altura de Vilaboa, y se quemaron contenedores en la avenida de Che Guevara.
La actividad se ha paralizado durante la noche en la refinería, la planta de tratamientos Albada, en Cespa y en la lonja, donde no ha habido actividad en la lonja coruñesa ni en el muelle comercial. Cerca de un centenar de piquetes se plantaron delante de una cafetería situada en el interior del centro comercial Cuatro Caminos para que cierre. Con silbidos y caceroladas presionaron a los establecimientos abiertos, aunque casi todos estaban cerrados.
Por otra parte, el seguimiento de la huelga en los centros del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña alcanza el 60% en las primeras horas, según los datos recogidos por los sindicatos, a quienes la administración, según subrayaron, les ha comunicado que no han acudido a trabajar el 26% de los trabajadores del complejo.
Santiago
Tranquilidad en la capital de Galicia en la jornada de huelga. Los piquetes informativos tomaron los accesos al polígono principal de la ciudad, el del Tambre, pero sin que apenas se registrasen problemas. Adoquines en la carretera, contenedores tumbados, botes de humo y algún enfrentamiento entre conductores y sindicalistas fueron los mayores incidentes. En la estación de autobuses no salieron ni siquiera los servicios mínimos.
Ourense
La huelga arrancó en la provincia de Ourense con leves incidentes. En O Barco de Valdeorras se quemaron de madrugada hasta cinco contenedores. En la capital, muchos bancos amanecieron precintados con silicona y también se registró la quema aislada de algún contenedor. Además se registraron cortes de tráfico de madrugada en los accesos a los principales polígonos. Fue el caso de San Cibrao y Parque Tecnolóxico con piquetes de medio centenar de personas. En el centro de la ciudad, muchas persianas bajadas en los negocios y mayor actividad en los barrios.
La presencia de un piquete informativo constató el cierre del centro comercial Ponte Vella de Ourense Ourense, que a esta hora carece de actividad. La mayoría de los comercios del centro urbano se sumaron a la protesta contra la reforma laboral. El sector más reacio fue el de la hostelería. El seguimiento a la protesta está siendo menor en los barrios de la capital ourensana, donde buena parte de los establecimientos han abierto con normalidad.
Pontevedra
La octava huelga general de la democracia ha impacto de lleno en Pontevedra y su comarca. La movilización logró paralizar casi por completo sectores como el de transporte de viajeros y se dejó notar con notable fuerza en áreas como el de la educación. No en vano, hubo algunos colegios del entorno de Pontevedra y Marín en los que se localizaban casi tantos profesores como alumnos. Y es que fueron muchos los padres que optaron por no enviar a sus hijos a los centros educativos ante el temor de que estuviesen cerrados o sin labor docente.
Arousa
La jornada de huelga prácticamente ha paralizado la actividad en la comarca de O Salnés, siendo especialmente incisiva en Vilagarcía, cuyo centro está siendo recorrido por los piquetes desde primeras horas de la mañana. Los momentos de mayor tensión se vivieron en el centro comercial Arousa, cuyos responsables tuvieron que echar el cierre ante la presión de los piquetes, y en la propia Casa do Concello de Vilagarcía.