Bruselas regulará el sector bancario en la sombra para evitar otro crac financiero

daniel basteiro BRUSELAS / SERVICIO ESPECIAL

ECONOMÍA

OLIVIER HOSLET / Efe

La Comisión Europea reconoce fuertes presiones contra la norma que permitirá dejar que quiebren entidades

20 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Según el comisario europeo Michel Barnier, Europa está «reaccionando semana tras semana» a los riesgos de la especulación masiva. Sin embargo, el responsable de hacer propuestas concretas para reglamentar el sistema financiero asegura estar «preocupado» porque hay algunas áreas en las que apenas ha habido avances. Una de ellas es la del entramado de empresas que ofrecen servicios similares a las de los bancos, pero sin estar sujetas a ninguna de las normas.

El comisario de Mercado interior prometió ayer regular ese mercado, conocido como banca en la sombra o paralela. En él se mueven compañías que ofrecen crédito rápido a corto plazo, ciertos tipos de aseguradoras o fondos de inversión y hedge funds y a ellos se les atribuye una gran responsabilidad al abonar el terreno de la crisis financiera con prácticas muy rentables a corto plazo, pero también muy arriesgadas. Para muestra, la rapidez con la que ha crecido el mercado en los últimos años. Según datos del 2010 del Consejo de Estabilidad Financiera, una institución bajo el paraguas del G-20, ese sistema bancario encubierto mueve al año 46 billones de euros en el mundo, más de lo doble que tan solo ocho años antes, y representa entre el 25 y el 30?% del sistema financiero total.

Ayer, la Comisión Europea inició una consulta pública con todos los actores de mercado que se cerrará en junio y dará lugar a propuestas concretas a lo largo de este año. «Necesitamos saber, en primer lugar, comprender mejor qué es y qué hace realmente el sector», así como determinar a qué nivel se debe introducir la regulación, aseguró Barnier en su comparecencia. «Lo que no queremos es que algunas actividades y entidades esquiven las reglas existentes y previstas permitiendo que aparezcan nuevos riesgos para el sector financiero», añadió.

El comisario reconoció que el debate político es ya muy intenso sobre esta cuestión, pero precisamente se está dando en la sombra. Ocurre lo mismo con la esperada regulación de la quiebra de las entidades financieras, un asunto que Bruselas, sometida a fuertes presiones, quiere regular para «evitar que sean los contribuyentes los que paguen cuando son los bancos los que tienen que pagar por los bancos». Entre las opciones que se manejan para evitar que el caos que siguió a la quiebra de Lehman obligue a los Gobiernos a inyectar miles de millones, se plantea la creación de un testamento vital redactado por las propias entidades y que explique la mejor manera de desmantelar una institución financiera.

Lentitud democrática

Barnier se quejó de que «el tiempo democrático es mucho más lento que el de los mercados», ya que desde que la Comisión hace una propuesta, los Gobiernos de la UE y la Eurocámara tardan como poco «doce o catorce meses» en aprobarla. A pesar de estas trabas, el Ejecutivo comunitario advirtió de que, antes o después, la legislación llegará, ya que Bruselas no ha «olvidado Lehman Brothers o el caso Madoff».