El Congreso aprueba la reforma laboral

Natalia Bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Emilio Naranjo

La norma ha recibido 197 votos a favor, con el apoyo de PP, CIU, UPN y de Foro Asturias

08 mar 2012 . Actualizado a las 19:29 h.

Con 197 votos a favor, 142 en contra y ni una sola abstención, el Congreso de los Diputados ha aprobado la convalidación del decreto ley de la reforma laboral, con lo que la norma inicia ahora su trámite parlamentario como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia, fórmula que recibió el apoyo de 337 de los 338 diputados presentes, con una única abstención, y por la que se procederá a la incorporación de enmiendas.

Finalmente el PP logró el apoyo de CiU, UPN y de Foro Asturias, mientras que el resto de grupos mostraron su oposición con críticas más o menos duras a lo largo de una sesión que el propio presidente de la Cámara calificó «intensa» y que estuvo salpicada de momentos de tensión, como el protagonizado por el diputado de Amaiur, que se quejó airadamente de «abuso» por ver reducido su tiempo de intervención.

La sesión, que se prolongó durante más de tres horas, la abrió la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, que defendió la reforma apoyándose en las bendiciones recibidas por los organismos internacionales, como la OCDE, o el propio Banco de España, e insistió en que la nueva normativa está hecha «con diálogo social, dialógo permanente y diálogo hasta el final», ya que los acuerdos alcanzados por patronal y sindicatos «han sido incluidos» en el texto.

También la calificó de «completa y equilibrada», para destacar sus objetivos: más empleabilidad, más formación, más empleo estable, más conciliación y más flexibilidad interna y externa, y aseguró, en reproche al PSOE, que la reforma «debió tomarse antes, en la fase expansiva del ciclo económico». Báñez, que dejó claro que en ningún caso la norma es inconstitucional, concluyó su defensa instando a los grupos a apoyarla, «bien respaldando su convalidación o bien mejorándola» con enmiendas en el trámite parlamentario.

Soraya Rodríguez calificó la reforma de «barbaridad económica»

Pero el guante de la ministra solo lo recogieron CiU y UPN, ya que el resto de las formaciones, con el PSOE a la cabeza desplegaron la artillería pesada. La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, la calificó de «barbaridad económica», asegurando que posibilita que el despido escape a «cualquier control» y que «abre la puerta al dumping social, al querer ganar competitividad a costa de los trabajadores». También se refirió a la polémica afirmación que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, hizo la víspera sobre el derecho a la maternidad, cuestionando que se pueda decir que «se protege» cuando se hace una reforma laboral que recorta la lactancia. Esta afirmación de Rodríguez provocó gran revuelo en el hemiciclo y la intervención del presidente de la Cámara, que la amonestó por «salirse del tema» y agotar su tiempo.

«Abandonen las movilizaciones y sean responsables»

La portavoz socialista concluyó insistiendo en que su partido había buscado el acuerdo social «hasta la extenuación» y, esgrimiendo la carta que le remitieron los sindicatos al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que curiosamente ocupó su escaño justo cuando Rodríguez se refería a su ausencia, instó al Gobierno a dialogar con las organizaciones de trabajadores, algo que no hacen «desde el 30 de noviembre».

La réplica de la ministra no fue tibia y acusó a los Ejecutivos socialistas de ser «una máquina de destrucción de puestos de trabajo». «Esta es la reforma para el empleo, para facilitar el despido ya están los socialistas», espetó, para recordar que «faltan dos días para celebrara el 32 aniversario del Estatuto de los Trabajadores», por lo que le pidió al PSOE especialmente que «contribuya a hacer mejor la reforma». «Abandonen las movilizaciones y sean responsables. Hablen presentando soluciones y propuestas concretas, construyan, colaboren y ayuden a este Gobierno en la salida de la crisis», concluyó.

El BNG afirmó que la nueva norma actuará «como una apisonadora»

En los turnos de fijación de posiciones, la prácticamente unánime posición en contra de la reforma de los grupos quedó clara. Desde ERC la rechazaron sosteniendo que fomentará «el terrorismo empresarial» y asegurando que supone «un atentado laboral»; el BNG afirmó que la nueva norma actuará «como una apisonadora para aplastar los derechos laborales y de igualdad»; y UpyD aseguró que «se han pasado de frenada» al desequilibrar la relación entre sindicatos y empresarios. También Coalición Canaria, Geroa Bai, el PNV y la Izquierda Plural criticaron la reforma y votaron en contra de su convalidación.

CiU, por su parte, explicitó que sus 16 diputados iban a votar a favor después de haber pactado con el Ejecutivo -como explicó el portavoz, Carles Campuzano- garantías para que la norma respete las competencias autonómicas en materia de políticas activas de empleo. «Queremos ser útiles y nuestra aportación será para mejorar la reforma en el trámite parlamentario», aseguró Campuzano. También desde UPN, Carlos Salvador dijo «aceptar» el ofrecimiento de la ministra de aprobar «un texto mejorado», subrayando que «no hacer nada no es una opción».