El dinero del BCE abarata la financiación de España hasta niveles del 2010

M. J. A. madrid / colpisa

ECONOMÍA

02 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La buena acogida de la segunda subasta de liquidez del Banco Central Europeo, que el miércoles prestó a 800 entidades financieras europeas al plazo de tres años la suma récord de 529.530 millones de euros, tuvo un inmediato y positivo impacto en los mercados de deuda. La institución monetaria persigue, entre otros objetivos, que las entidades financieras compren títulos de deuda soberana de los países más vulnerables de la zona euro, italianos y españoles entre ellos.

Con dinero fresco al 1 % de interés, la emisión realizada por el Tesoro español despertó el apetito inversor. Suscitó una demanda equivalente a dos veces y media la oferta, y las obligaciones a dos, tres y cuatro años se colocaron a tipos de interés más bajos que en las pujas precedentes, como viene sucediendo en las últimas subastas. Las rentabilidades han sido las menores comprometidas desde octubre del 2010, en fecha anterior a los rescates de Portugal e Irlanda y previa a la crisis de la deuda soberana de los países más vulnerables de la zona euro. También bajó la prima de riesgo de España, que en algunos momentos de la sesión de ayer llegó a estar por debajo de los 300 puntos, algo que no sucedía desde octubre.

En la colocación de 1.061 millones de euros en bonos con vencimiento en el 2014 la rentabilidad aceptada fue del 2,213 %, inferior al precedente 3,633 % que se comprometió el pasado octubre para este mismo producto. En los títulos con vencimiento en el 2015 la colocación fue de 1.910 millones de euros, y el tipo de interés se situó en el 2,748 %, por debajo del 2,989 % de la subasta anterior del mismo plazo. El importe adjudicado en los bonos que vencen en 2016 fue de 1.530 millones de euros, y la rentabilidad se quedó en el 3,478 %, frente al anterior 3,557 %.

Alemania, contra la barra libre

Mientras, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha advertido en una carta a Mario Draghi, jefe del BCE, de los perniciosos efectos de la barra libre de liquidez, y aconseja un regreso a las reglas de seguridad vigentes antes del inicio de la crisis financiera. En la misiva, lo exhorta a imponer mayores exigencias o garantías a los bancos más débiles.