GM y PSA Peugeot Citroën se unen para recortar gastos

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

ÓSCAR VÁZQUEZ

Ambos grupos suman tres fábricas, 16.000 trabajadores y una capacidad productiva de un millón de coches en España

01 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El grupo PSA Peugeot Citroën perdió ayer su pedigrí francés, en concreto un 7 %, tras la entrada en su accionariado de General Motors (GM) con ese porcentaje. Ambas multinacionales anunciaron ayer una «alianza estratégica mundial» que convierte al gigante de Detroit y primer fabricante de coches del mundo en el segundo accionista del grupo galo, por detrás de la familia Peugeot.

GM, que comercializa los modelos Chevrolet, Buick, GMC, Cadillac y Opel (su filial en Europa), y PSA, responsable de Peugeot y Citroën, han dejado claro que mantendrán sus respectivas marcas.

Según los detalles de la operación, facilitados en un comunicado conjunto, el constructor francés «tendrá que proceder a una ampliación de capital con derecho preferente de suscripción de mil millones de euros». La propia familia Peugeot, histórica propietaria de PSA, anunció que acudirá a la operación con unos 150 millones de euros, un gesto que interpretan como «testimonio de la confianza en el éxito de la alianza» que hacen con General Motors.

Pero la desconfianza está sembrada entre los trabajadores, por temor a que la reducción de costes buscada por los dos fabricantes se materialice en recortes de capacidad productiva y empleo, según denunciaron ayer los sindicatos galos.

Sobrecapacidad en España

Los temores están fundados. Inicialmente, PSA y General Motors compartirán centros de producción (plataformas), componentes y módulos. A corto plazo se centrarán en los vehículos particulares de pequeño y medio volumen, los monovolúmenes y los cuatro por cuatro. Dicho de otro modo: en la práctica, esto podría suponer que un monovolumen que se ahora se produce en una fábrica de Citroën como la de Vigo podría pasar a depender de una planta como la de Opel en Zaragoza.

Más adelante, la alianza prevé también el desarrollo conjunto de una nueva plataforma para los vehículos con bajas emisiones de dióxido de carbono, que serán comercializados a partir del 2016.

Además, el acuerdo incluye la creación de una empresa conjunta para la compra a nivel mundial de los productos y servicios, con un volumen global de 93.500 millones de euros.

Los dos grupos calculan el total de las sinergias esperadas en 1.500 millones de euros en los próximos cinco años.

«La alianza sienta las bases de cooperaciones futuras en otros campos de actividad», afirmaron ambos fabricantes.

Comité paritario

El nuevo consorcio estará dirigido por un comité que reagrupará, de forma paritaria, a dirigentes de las dos sociedades. «Debe quedar claro: es una alianza, no una fusión, y las dos empresas seguirán operando de manera independiente», insistieron responsables de General Motors y de PSA en una conferencia de prensa telefónica celebrada tras el acuerdo.

«Tenemos un exceso de capacidad [de producción] en Europa que es evidente para todo el mundo y que debe ser resuelta por ambos socios de manera independiente», afirmó el presidente de PSA, Philippe Varin. «La alianza no reemplaza lo que debe hacerse para reducir las cuestiones de exceso de capacidad», añadió el patrón, responsable de un plan que supondrá 6.000 bajas en las factorías europeas este año.

Una prueba de ese exceso queda reflejado en el siguiente dato: ambos grupos suman una fuerte presencia industrial en España, con tres fábricas (PSA Peugeot Citroën en Vigo y Madrid, y Opel en Zaragoza), que emplean a 16.000 trabajadores, y una capacidad de producción de más de un millón de vehículos anuales.

PSA logró un beneficio neto de 588 millones de euros en el 2011, lo que supone una caída del 48 % respecto al 2010, un golpe que el fabricante atribuyó a los malos resultados en Europa. GM, por su parte, no alcanza cotas de rentabilidad en Europa, donde perdió 747 millones de dólares en el 2011 (unos 559 millones de euros).

«Es una alianza, no una fusión, seguiremos siendo empresas

independientes»