La CEOE pide retirar la prestación a quien rechace un trabajo «aunque sea en Laponia»

La Voz M.J.A./COLPISA

ECONOMÍA

La patronal cree que la reforma «es insuficiente» y pide recortar el subsidio en el que España gasta mucho dinero sin alcanzar resultados

20 feb 2012 . Actualizado a las 22:49 h.

La reforma laboral se encamina hacia su tramitación parlamentaria, donde se puede suavizar... o endurecer. Pocas horas después de las masivas protestas en la calle, desde la organización empresarial CEOE se ha propuesto que los parados dejen de cobrar la prestación por desempleo en el momento en que rechacen la primera oferta de un puesto de trabajo, aunque sea en Laponia. Lo ha planteado José Luis Feito, presidente de la comisión de Economía y Política Financiera de la patronal, y un defensor a ultranza de los procesos de liberalización.

Para Feito, la reforma del mercado de trabajo «es incompleta e insuficiente», porque no aborda el subsidio de paro, en el que considera que España se gasta mucho dinero sin alcanzar los resultados perseguidos.

En su opinión, la propia estructura del subsidio «estimula el paro», y las ayudas debieran quedar limitadas solamente a quien no logra un puesto de trabajo «pese a hacer lo imposible» por conseguirlo.

El dirigente de la organización empresarial sugirió, durante su intervención en el XX Congreso Nacional de la Distribución en Automoción, que el rechazo a cualquier oferta de trabajo que se realice a un parado, «como si es en Laponia» sea incompatible con el cobro de la prestación.

A su entender, así se combatiría la mentalidad de que «el paro es una especie de renta, que permite tomarse dos años para buscar trabajo».

Los empresarios tendrán ocasión de plantear estas y otras iniciativas al Gobierno y al partido que le sustenta en los próximos días. Feito expresó su confianza en que durante la tramitación parlamentaria de la ley se realicen cambios para «mejor» y no modificaciones que se acerquen a los planteamientos sindicales. «El Gobierno, consciente de lo que se juega, cuando tenga que elegir entre reducir el paro o hacer felices a los sindicatos, elegirá reducir el paro», aseguró.

La ministra de Trabajo Fátima Báñez, que ha iniciado una ronda de contactos con los interlocutores sociales con un encuentro con la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes), se ha mostrado dispuesta a hablar de todos los temas «sin exclusiones» y ha pedido a los agentes sociales que le formulen «propuestas concretas».

En la primera reunión, el presidente de Cepes pidió a la representante del Gobierno apoyo para un plan de empleo de la economía social (movimiento cooperativo) que haría posible la creación de hasta 200.000 puestos de trabajo en los próximos cuatro años. Las organizaciones de autónomos, por su parte, han insistido en su petición de un tratamiento diferenciado para las microempresas.

Tras las multitudinarias movilizaciones del pasado domingo que, según las centrales, revelan la situación de unos ciudadanos «inseguros, que no resignados», los sindicatos creen insuficiente esta oferta genérica de diálogo, e insisten en demandar al Ejecutivo la apertura de una mesa de negociación con la patronal y las centrales, paralela al debate del proyecto de ley en el Parlamento. Los secretarios generales de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, que este lunes presentaron una plataforma social para la defensa del Estado de bienestar, instaron al Gobierno a «leer bien» el mensaje lanzado por la ciudadanía de 57 localidades españolas en unas manifestaciones a las que consideraron «las más masivas de la democracia».