La Eurozona discute retrasar el segundo rescate hasta después de las elecciones griegas

La Voz IÑAKI CASTRO | COLPISA

ECONOMÍA

Los socios se plantean retomar las negociaciones en abril ante la falta de compromiso con los ajustes de los partidos

16 feb 2012 . Actualizado a las 00:43 h.

La situación de Grecia vuelve a dar un giro inesperado. Los ministros de Economía de la zona euro empezaron a discutir este miércoles la posibilidad de postergar el segundo rescate hasta después de las elecciones en el país, lo que renovaría la incertidumbre en los mercados. Aunque los comicios todavía no tienen fecha, se espera que los griegos acudan a las urnas a primeros de abril. El posible aplazamiento del salvavidas responde a las cada vez mayores dudas de los miembros de la moneda única con el verdadero nivel de compromiso de los partidos helenos con los ajustes exigidos.

Los titulares de Finanzas analizaron la opción de retrasar el paquete de ayudas, que asciende a 130.000 millones, durante una reunión celebrada por teleconferencia. En principio, se espera que la decisión definitiva se tome en el Eurogrupo formal del próximo lunes. Los principales defensores del aplazamiento son Alemania, Holanda y Finlandia, los tres países que junto a Luxemburgo mantienen la triple A que sostiene en buena medida el fondo de rescate del bloque. El trío, según diversas fuentes comunitarias, estaría harto de la escasa determinación de los dos principales partidos griegos -socialistas y conservadores- con los ajustes.

Las tesis del grupo encabezado por Berlín cobraron más fuerza tras conocerse los planes de Antonis Samaras, líder de la derechista Nueva Democracia y gran favorito para ganar los comicios. El dirigente, que debía manifestar por escrito su apoyo a los recortes para que el segundo rescate fuera desbloqueado, envió una carta a la Eurozona en la que abría la puerta a futuras negociaciones. Aunque insistió en que respalda las líneas maestras del salvavidas, matizó que «se podrían requerir» modificaciones para impulsar la recuperación ecónomica. Ante esta situación y los retrasos acumulados con reformas pactadas desde hace meses, Alemania prefiere esperar para que no haya más incumplimientos.

Pacto con los acreedores

La estrategia germana, sin embargo, dejaría en el aire la posibilidad de la quiebra de Grecia, que en marzo tiene que hacer frente a 14.500 millones en vencimientos de bonos soberanos. Para evitar el caos que podría desencadenar la bancarrota, el club del euro estudiaba en paralelo la opción de dividir el segundo rescate. Es decir, el acuerdo con los acreedores del país, que está casi cerrado, se pondría en marcha la próxima semana para reducir la deuda helena en 100.000 millones. Además, habría que desembolsar otros 60.000 destinados tanto a compensar las pérdidas de los inversores como a recapitalizar la banca helena, la principal propietaria de títulos nacionales.

La teleconferencia del Eurogrupo se desarrolló en un clima de creciente tensión en el bloque. Distintas informaciones apuntaron a lo largo de la jornada que el núcleo duro liderado por Alemania no ve con las malos ojos la quiebra de Atenas y su posible salida del euro debido a que la situación se ha calmado en los mercados. El ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, lamentó que haya «mucha gente» en la moneda única que quiera su expulsión. «Algunas personas en Grecia y fuera del país están jugando con fuego. Algunos tienen cerillas y otros, antorchas», advirtió.