La salida helena del euro ya no es tabú para Europa

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

13 feb 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Los parlamentarios griegos votaron anoche sabiendo que a Europa se le ha agotado la paciencia. Que ya no traga con más promesas rotas. Y, lo que es peor, que se ha sacudido el miedo a que el país heleno tenga finalmente que abandonar el euro por la puerta de atrás. Lo dejó muy claro en la última reunión del Eurogrupo el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien, según algunas informaciones publicadas por la prensa griega, dio un ultimátum a su homólogo griego, Evangelos Venizelos. Y lo hizo en un tono que no dejaba resquicio alguno a la duda. O se comprometen por escrito a llevar a cabo, sí o sí, los draconianos ajustes comprometidos con la troika o ya pueden ir haciendo las maletas para su viaje de regreso al dracma, vino a decir el inflexible Schäuble. Hasta le sugirió a Venizelos la conveniencia de llamar a consulta a los ciudadanos para que decidan si quieren o no seguir llevando euros en sus vapuleadas carteras.

El discurso oficial sigue siendo el de que Europa prefiere un euro con todos sus socios dentro. «Ahora mismo somos 17 y parto de la base de que seremos más», insistía hace pocos días la canciller Merkel. Pero, lo cierto es que, de puertas para adentro, se ha extendido la creencia de que la eurozona está en condiciones de aguantar la salida de un socio cuya permanencia en la moneda única amenaza con convertirse -si no lo ha hecho ya- en un pozo sin fondo inaceptable para la opinión púbica. Tanto para los griegos, extenuados por tanto ajuste, como para los ciudadanos del resto de los países miembros y, sobre todo, para los alemanes.

Lo que no sabemos es cómo se tomarían los mercados la expulsión ¿Apostarían inmediatamente después por el regreso de Portugal al escudo?, ¿Sobreviviría el euro? Los que quieren deshacerse del lastre heleno parecen tener claro que sí, pero eso habrá que verlo, si llega el caso.