Comisiones Obreras y UGT reclaman al Gobierno que negocie

M. J. A. / J. V. Muñoz-Lacuna MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Las centrales sindicales dicen que Rajoy tiene en su mano evitar la huelga

13 feb 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Los cambios que la reforma laboral ya en vigor pueda experimentar los decidirá el consenso de los políticos en el Parlamento. Pero podrían reflejar las propuestas de los representantes de los trabajadores y de los empresarios, si en el encuentro que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, mantiene hoy con las patronales y los sindicatos mayoritarios, por la mañana, y con las agrupaciones de autónomos, por la tarde, se reabre una vía negociación, cerrada en el último mes. La cita es, en principio, informativa, si bien portavoces oficiales del PP han instado a «tomársela en serio». La ministra, que ha invitado a los interlocutores sociales a «superar esta crisis juntos», se ha mostrado «dispuesta a mejorar el texto con sus aportaciones».

Un pulso con varios actores

Los secretarios generales de CC.?OO. y UGT insisten en que se tienen que negociar aspectos básicos del proyecto de ley. Aseguran que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene en su mano evitar la realización de una huelga general de protesta. Pero el pulso tiene más partícipes. Los empresarios, la tercera pata del diálogo social, han expresado su satisfacción con la reforma. CEOE y Cepyme creen que es «un paso hacia adelante en el proceso que pretende llevar a la salida de la crisis y a la recuperación económica, y un instrumento que facilitará la creación de empleo». Cualquier cambio que pudiera introducirse tendrá que contar con ellos. El presidente Juan Rosell se ha mostrado dispuesto a utilizar el trámite parlamentario, y también ha querido tranquilizar a los sindicatos: la patronal respetará los términos del pacto sobre negociación colectiva.

Las centrales sindicales ponen todo su empeño en no adelantar acontecimientos. Ayer, en una entrevista radiofónica, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez admitieron que durante la tramitación parlamentaria del proyecto de ley «caben mejoras» desde el punto de vista de los trabajadores. Pero no se les escapa que incluso puede producirse «un empeoramiento». Si el Partido Popular, pese a contar con la mayoría necesaria para sacar el proyecto de ley adelante, busca alianzas con otras fuerzas políticas y se endurece el tratamiento de las relaciones laborales «será la ciudadanía la que nos marque el camino», declararon los sindicalistas.

«Hacer pedagogía»

«Oír a la calle» es, en opinión de los líderes de las centrales, lo que importa ahora, y el primer termómetro que permitirá medir el rechazo o la aceptación de los cambios será la movilización del domingo que viene. Hasta entonces, consideran «imprescindible» la tarea de «hacer pedagogía» y explicar los puntos cruciales de la reforma «dentro y fuera de los centros de trabajo».