Manu Sancho, un operario de Newco, la empresa de asistencia en tierra de Spanair, salió ayer en bicicleta desde la sede de la aerolínea en Barcelona con la intención de llegar a Madrid el sábado que viene para protestar por el cierre de Spanair.
Sancho explicó que su objetivo es reivindicar la situación de los trabajadores de Spanair y de Newco tras el cierre de la aerolínea, «ya que la Administración no nos hace mucho caso», y espera que esta protesta «llegue a buen puerto». Prevé pedalear unos 100 kilómetros al día, lo que lo llevará a pasar entre cinco y seis horas encima de la bicicleta, ya que el portaequipajes que lleva pesa unos 20 kilos.
Su mayor temor es el frío, que se encontrará en zonas como Zaragoza u otras del interior de España y que ha definido como «el frío de la Rusia española».
Compañero de viaje
A su reivindicación se le unirá el sábado que viene Leonnart Cromstet, auxiliar de vuelo de Spanair, que hará el mismo recorrido corriendo y que ayer lo acompañó durante los primeros kilómetros de este particular viaje.
Los dos deportistas tenían que salir juntos ayer hacia Madrid, pero un imprevisto de última hora obligó a que Cromstet aplazase una semana su salida hacia Madrid. Este señaló que, con su acción, también pretende alertar del drama humano que están viviendo muchos de los trabajadores de Spanair, que tendrán dificultades para encontrar un nuevo puesto de trabajo en plena crisis, máxime cuando muchos de ellos superan los 40 años.