«Somos los últimos, quebró cuando estábamos volando»

rodri garcía A CORUÑA / LA VOZ

ECONOMÍA

29 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

EN ALVEDRO

Salía el sol sobre Alvedro y hacía frío. Varias personas se acercaban al mostrador de Spanair. El vuelo JKK 6465, con hora de embarque a las 8.50 horas y destino Barcelona, aparecía en las pantallas cancelado. Entre la decena de viajeros afectados había tres jugadores de hockey del Liceo. «Había una competición de las estrellas y seleccionaron a los tres», explicaba Juan Suárez, delegado del equipo, en presencia de Bargalló, Toni Pérez y Josep Lamas. «Teníamos que estar allí a las cuatro de la tarde pero no llegamos», decía para concluir: «No nos dan alternativa», en alusión al personal de Spanair.

Pasadas las dos de la tarde cinco personas estaban detrás del mostrador de Spanair. Apenas tenían clientes. El vuelo a Madrid 6075 estaba cancelado. Por la oficina de la compañía iban pasando viajeros. «La chica que nos atendió casi se echa a llorar, se quedan sin trabajo», decía un pasajero. Los trabajadores no querían hablar. «Somos los últimos, quebró cuando veníamos volando y al llegar aquí empezaron a llamarme para contármelo; pensé que era una broma». Esto decía Vanessa Gay, que el viernes a las 19.30 horas, «un cuarto de hora antes de que dijeran que cerraban», volaba del Prat a Alvedro con su madre. Ayer pagaron más de 150 euros por otros dos billetes para volver.