Almunia ve «trabajo por terminar» en la reestructuración bancaria de España

La Voz

ECONOMÍA

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia advierte que países como España, Alemania o Portugal deben incrementar sus esfuerzos en la materia.

17 ene 2012 . Actualizado a las 23:30 h.

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, advirtió hoy de que países como España, Alemania o Portugal todavía deben incrementar sus esfuerzos para concluir la labor iniciada de reestructuración de sus entidades bancarias. «Los significativos esfuerzos de reestructuración (bancaria) deben continuar», aseveró el vicepresidente comunitario en el marco de una conferencia sobre la competitividad de Europa en la economía global.

Para Almunia, aunque se han registrado «buenos progresos» en algunos países como Irlanda, otros estados miembros como Grecia todavía se enfrentan a «situaciones muy complicadas», por lo que, consideró, «aún hay trabajo por terminar» en países como España, Portugal, Austria, Alemania o Bélgica, donde recordó que las entidades bancarias Dexia y Arco están en proceso de reestructuración, en tanto que la CE está siguiendo la aplicación de los planes de reestructuración de KBC y Ethias.

El titular europeo de Competencia recordó que, desde el comienzo de la crisis económica, la Comisión Europea ha tenido que intervenir y facilitar los rescates de gran número de bancos, en los que se ha invertido 1,6 billones de euros procedentes de las arcas públicas y ha tomado 39 decisiones sobre reestructuraciones bancarias, en tanto que actualmente hay 24 bancos europeos que están en proceso de reestructuración.

Almunia respaldó los programas nacionales de apoyo a la banca en 20 Estados miembros, que incluyen inyecciones de capital y garantías, ya que se han «utilizado las ayudas de Estado de manera que impulsen las reestructuraciones bancarias a la vez que se ha mantenido la igualdad de condiciones en el mercado», puntualizó el comisario.

Almunia insistió por último en que la solución de la crisis bancaria se ha complicado por el hecho de que «se ha vinculado intrínsecamente a la crisis de la deuda soberana», al agravarse la presión financiera entre las cuentas de los bancos privados y los gobiernos.