La rebaja de la deuda francesa desata las críticas contra las agencias de calificación

Dpa

ECONOMÍA

Bruselas apoya a Sarkozy en su defensa de que las agencias no deben marcar las políticas económicas europeas.

16 ene 2012 . Actualizado a las 21:49 h.

La rebaja de la nota de la deuda francesa ha vuelto a poner a las agencias de calilficación en el punto de mira europeo. El comisario europeo para Mercado Interior y regulación de los servicios financieros, Michel Barnier, pidió a las agencias de rating que den un respiro a la Unión Europea (UE) y «tomen nota» de los esfuerzos del bloque comunitario para cerrar la crisis del euro.

Apenas unos días después de que Standard & Poor's bajara la nota de nueve socios y quitara la triple A a Francia, el comisario francés pidió desde Hong Kong, donde se encuentra en visita oficial, mayor comprensión a los esfuerzos europeos. «Creo que estaría bien que esas agencias tomaran mejor nota de los esfuerzos sin precedentes realizados por los gobiernos (de la eurozona y de la UE en general)», comentó Barnier, quien ha intentado, aunque sin éxito hasta la fecha reducir el, según sus propias palabras, «poder excesivo» de esas agencias.

«Esta no es una crisis del euro, como divisa, el euro seguirá existiendo (...) a pesar de las dificultades, sigue siendo fuerte», comentó. Entre bastidores de Bruselas crece la preocupación por el cada vez mayor poder discrecional de la troika mundial del rating, integrada además de por S&P, por Moody's y Fitch, a la hora de bajar o subir la nota de los socios europeos.

Brusleas le echa un guante así a Nicolas Sarkozy, quien desde Madrid atacó a las agencias. El presidente de Francia instó a mantener la «sangre fría» frente a las rebajas de rating. «No nos volvamos locos», dijo Sarkozy en rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa. «No son las agencias de calificación las que tienen que definir las políticas económicas», dijo el mandatario francés en una comparecencia ante la prensa junto al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.

Según Sarkozy, la situación no cambia: «Debemos reducir nuestro déficit y los gastos, mejorar la competitividad», manifestó, en el mismo día en el que otra agencia de calificación, esta vez Moody's, confirmó la máxima nota de la deuda soberana francesa.