Solo Alemania se alinea con S&P para presionar con más reformas

Manoli Sío Dopeso
m. Sío Dopeso LA VOZ / REDACCIÓN

ECONOMÍA

Hay un 40 % de posibilidades de recesión en Europa, según la agencia

15 ene 2012 . Actualizado a las 11:00 h.

Tras rebajar la nota de 9 de los 17 países de la eurozona de una atacada (Francia perdió la triple A y España cayó dos escalones de un golpe), la agencia de calificación Standard & Poor?s (S?&?P) continuó ayer hurgando en la herida, amenazando con quitarle la máxima nota al Fondo Europeo de Estabilización Financiera, y lanzando la advertencia de que que existe un 40 % de posibilidades de que esta área entre en recesión en el 2012, con una con una contracción de hasta un 1,5 %.

Lejos de amilanarse, y en plena conmoción por la desconfianza sembrada sobre la zona euro, justo cuando la vulnerable deuda empezaba a recuperar cierta calma, Europa reaccionó cuestionando el veredicto, cuando no descalificándolo. Con la excepción de la canciller alemana, Angela Merkel, que evitó criticar la rebaja de calificación. En su lugar, optó por aprovechar la ocasión para meter una nueva vuelta de tuerca a las reformas pendientes, comenzando por la urgente puesta en marcha del fondo permanente de rescate que reemplazará a partir de julio al actual Fondo Europeo de Estabilización Financiera, ahora también cuestionado por la agencia de rating. «Los países de la eurozona tienen un largo camino por delante hasta recuperar la confianza de los inversores», declaró la canciller, quien agregó que de lo que se trata ahora es de no volver a suavizar el pacto fiscal previsto y de resolver los obstáculos que frenan el crecimiento.

Mucho más crítico con el mazazo propinado por S?&?P a Francia se mostró su pareja en el escenario político europeo, ahora ligeramente rebajado de categoría. «No vamos a dejar que las agencias de rating nos dicten la política», manifestó el presidente Nicolas Sarkozy. La calificación negativa llega a tres meses de las elecciones presidenciales, sin embargo, el Gobierno galo descartó que vaya a acometer un nuevo plan de austeridad y ratificó el compromiso de reducir el déficit al 3 % en el 2013 y llegar al equilibrio en el 2016.

A diferencia de Merkel, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, el liberal Guido Westerwelle, exigió una mayor independencia respecto a las decisiones de las agencias de calificación.

«Necesitamos con urgencia una mayor competencia y agencias de calificación europeas e independientes para que no se hagan visibles intereses políticos o económicos a costa del euro y de Europa», declaró.

El comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, ha afirmado que la agencia de calificación de riesgo «no tuvo en cuenta los progresos actuales» en la eurozona a la hora de rebajar la nota de nueve países del euro.

En la misma línea, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, lamentó la decisión «inconsistente» en relación a la calificación de la nota de varios Estados miembros de la eurozona en un momento en el que el área de la moneda común está tomando medidas decisivas en todos los frentes de su respuesta anticrisis», afirmó.

Standard & Poor?s salió a aclarar ayer que no ha contemplado en ningún momento la posibilidad de la desintegración de la eurozona a la hora de tomar su decisión del viernes. «La desintegración de la zona euro -explicó- no ha sido un factor determinante tenido en cuenta en ninguna de las decisiones que hemos adoptado sobre las notas» de los países europeos.