Rebaja dos peldaños la nota de España y salva a Alemania de la criba.
14 ene 2012 . Actualizado a las 15:15 h.Standard & Poor's no amenaza en vano. A mediados de diciembre avisó: 15 de los 17 países de la eurozona podrían ver degradada su nota. Los motivos: el recrudecimiento de la crisis de deuda y unas pésimas perspectivas económicas para la región, que ahora mismo podría haberse adentrado ya en una nueva fase de recesión.
A última hora de la tarde de ayer, el rumor corría como la pólvora por los mercados y algunos de los Gobiernos afectados ya admitían el hachazo, que para España supone una rebaja de dos escalones. Al filo de las once de la noche llegó la temida confirmación. En la lista de los degradados, además de España figuran Austria, Italia, Portugal, Chipre, Malta, Eslovaquia, Eslovenia y, lo más importante, Francia.
Después de mucho suspense, el país galo dice adiós a su preciada triple A. Preocupante. Y mucho. Porque peligra la máxima calificación de la que goza el Fondo Europeo de Estabilización Financiera. El de los rescates, que ahora tendrá serias dificultades a la hora de acudir al mercado en busca de financiación para sufragar los salvavidas de Irlanda y Portugal. También de Grecia, si es que finalmente hay acuerdo para el segundo rescate del país heleno.
Francia fue, de hecho, la primera en asumir el mazazo. Antes de que Standard & Poor?s lo hiciera público, el presidente Sarkozy, que en los últimos meses ha hecho de la conservación de la matrícula de honor en solvencia su particular caballo de batalla, convocó de inmediato a su gabinete de crisis. Al Elíseo acudieron el ministro de Economía, François Baroin, el primer ministro, François Fillon y la ministra portavoz, Valérie Pécresse. Esta última se afanó en dejar claro que «Francia es un valor seguro y devolverá todas sus deudas». Baroin, por su parte, recordó que después de que S&P bajara un escalón la nota de Estados Unidos en verano, ese país no pagó más intereses en sus nuevas emisiones de deuda, sino, que sucedió lo contrario.
Revés para Sarkozy
El que no habló fue Sarkozy, a quien la pérdida de la máxima calificación lo coloca en una difícil situación a tan solo cien días de las elecciones presidenciales. «Si perdemos la triple A, estoy muerto», ha llegado a admitir en privado el presidente, según la prensa gala. Desde Alemania, a salvo de la escabechina, el ministro de Finanzas quiso echarle una mano. «Francia está en el buen camino», dijo.