Las bolsas europeas cayeron hasta un 25% en un año 2011 marcado por la crisis

EFE

ECONOMÍA

El IBEX 35 ha terminado el año en 8.556,3 puntos, un final relativamente cómodo si se compara con el mínimo de 7.640,7 puntos del 12 de septiembre.

30 dic 2011 . Actualizado a las 21:04 h.

Las principales bolsas europeas cerraron el año con importantes retrocesos, que superaron el 25 % en el caso de Milán, en un año marcado por la desconfianza hacia el futuro del euro y por la crisis de la deuda soberana.

La bolsa de Italia -uno de las grandes economías periféricas que más se ha acercado al rescate- fue la que más sufrió este año, con un retroceso del 25,2 en el indicador FTSE MIB de la bolsa de Milán, muy por encima del año anterior, cuando perdió un 13,2 %.

El índice CAC de la Bolsa de París cayó el 16,95 % en 2011, también más que el 2,2 % que cedió en 2010, y se llegó a especular con la pérdida de su triple A, la máxima calificación crediticia.

La crisis del mercado de deuda terminó salpicando también a la primera potencia europea, Alemania, y su principal indicador, el DAX, cerró el año con una caída del 14,69 %, en contraste con las ganancias del 16,1 % que se anotó el año pasado.

La bolsa española también sufrió, como Italia, la desconfianza del mercado, que hizo que su prima de riesgo se disparara hasta casi los 500 puntos básicos, aunque la tensión se relajó tras las elecciones generales, que trajeron un cambio de gobierno.

Al cierre, el IBEX-35 perdió un 13,11 %, frente al 17,43 % del año anterior.

Londres, la única de las grandes bolsas europeas ajena a la zona euro, y por tanto aislada de los problemas de falta de confianza en la moneda única, fue la bolsa que menos cayó, un 5,5 %.

Según un informe de IG Markets, el año ha estado marcado internacionalmente por cuatro acontecimientos que han influido en los mercados, cada uno a su manera.

En primer lugar, los conflictos en la zona de Oriente Medio, que han provocado la subida del precio del petróleo y de otras materias primas.

El segundo fue el terremoto de Japón, que dejó fuera de juego a una de las más importantes economías a nivel mundial y reabrió el debate sobre las energías nucleares.

A ello se une la bajada del «rating» de Estados Unidos por primera vez en la historia, a causa del alto endeudamiento del país, que provocó una crisis de confianza muy fuerte a finales de julio y principios de agosto, que vino acompañada de bajadas fuertes en bolsa.

Y en último lugar -pero no por ser lo menos importante- el informe destaca la crisis de deuda europea, que ha afectado a grandes economías como la italiana y la francesa, que ha provocado aumentos notables en las primas de riesgo de algunos países, y que aún persiste.

Las reuniones de líderes europeos para intentar solucionar la crisis financiera, política y soberana en Europa seguirán marcando el rumbo de los acontecimientos en bolsa el año que viene, prevén los expertos de IG.

Añaden que en España «hemos avanzado hacia un sistema financiero nuevo con menos entidades pero de más peso, algo que continuará también durante el año que viene».

El año ha sido intenso para Europa, donde ha habido una renovación política en los países de la periferia, tras las renuncias del primer ministro griego, del italiano y del portugués, así como los cambios de gobierno en Irlanda y en España.

La desconfianza de los mercados en la capacidad de esos países para devolver sus deudas debido a su debilidad económica les ha puesto las cosas muy difíciles a la hora de obtener financiación, encareciéndola notablemente.

Las rentabilidades de la deuda de países como España o Italia han sido puestas al límite por los mercados ante el pánico a un nuevo rescate y la falta de soluciones por parte de la UE, lo que ha llegado incluso a sembrar la duda sobre la supervivencia de la moneda única coincidiendo con su décimo aniversario, que se cumple en enero.

La rentabilidad del bono español, que ha cerrado el año en el 5,09 %, llegó a tocar el 6,69 %, mientras que la italiana se disparó hasta el 7,26 %, por encima del 7,11 de hoy.

Fue la constatación en abril de que Portugal tendría que ser rescatado lo que abrió la puerta a una cascada de rebajas en las calificaciones de la deuda soberana del país luso, Grecia, Irlanda, y España, hasta llegar a Italia.

Ni siquiera los países más solventes de la zona del euro se han librado del acoso de las agencias de calificación, que en diciembre han ampliado sus amenazas a Alemania, Austria y el resto de países con las máximas calificaciones crediticias.

Las tensiones de la deuda soberana impactaron de lleno en las bolsas europeas y su peor momento llegó a finales de septiembre y principios de octubre, cuando París y Fráncfort cayeron casi un 27 por ciento, mientras que Madrid se desplomaba un 23 por ciento y Londres -distanciado de la crisis del euro- un 16 por ciento.