Uruguay reserva las existencias para abastecer la demanda nacional
03 ene 2012 . Actualizado a las 13:40 h.La cosa se complica para los pesqueros gallegos que operan en el Atlántico sur y utilizan como base el puerto de Montevideo. Al acoso de las patrulleras argentinas, que les acechan en cuanto enfilan el Río de la Plata procedentes de los caladeros próximos a las islas Malvinas, cuya soberanía reclaman, se suman ahora los problemas energéticos -Uruguay se niega a hablar de crisis- que afronta el país.
Con la única refinería -estatal y en régimen de monopolio- cerrada para someterse a tareas de mantenimiento y la UTE (Usinas y Transmisiones Eléctricas) supliendo con gasoil la falta de agua para generar electricidad, el Gobierno ha establecido prioridades en el consumo de las existencias de combustible que quedan. Por supuesto, a la cabeza se sitúa la demanda nacional, autobuses, turismos y embarcaciones con pabellón uruguayo. Los de fuera, a la cola.
Y en esa cola hay embarcaciones chinas, coreanas, pero, sobre todo, gallegas, el colectivo más numeroso que frecuenta la terminal de la capital uruguaya, hasta el punto de que casi se ha convertido en un apéndice del sistema portuario español. Más de una veintena de barcos con base oficial en Marín y Vigo se han visto atrapados en el puerto de Montevideo por esas restricciones en el suministro de combustible, confirmó a este periódico Enrique Cossaro, gerente de la consignataria uruguaya con la que operan varias embarcaciones gallegas.
Paro prolongado
Lo peor de todo es que el problema no tiene visos de solucionarse de forma inmediata. Según Cossaro, no está previsto que la Ancap -Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland- retome la actividad y normalice el suministro de combustible hasta el 20 de enero, con lo que de no dar con otro remedio, algunos pesqueros podrían estar bloqueados en puerto hasta esa fecha. «El que tiene algo de combustible puede salir a alta mar y repostar gasoil allí, pero el que no... Además, tendrá que encargarse a una empresa extranjera, evidentemente», explicó Cossaro.
Es la salida que buscaba Manuel Nores, con dos pesqueros de su propiedad bloqueados en Montevideo. Confiaba en que el martes llegase el combustible que había encargado para las embarcaciones, pero «chamou o axente dicindo que non podía ir e que a ver se o luns que vén podía», dijo Nores. A partir de ese día el Patricia Nores y el Miguel Ángel Nores reanudarán la campaña, puesto que ahora están «en descanso». Si no tienen gasoil para esa, «sí será un problema, e gordo».
¿Boicot?
Aunque no tienen pruebas fehacientes, no falta en el sector afectado por las restricciones quien sospecha de un boicot por parte de Uruguay. Las suspicacias están alentadas por el hecho de que, según algunas fuentes, hay un petrolero fondeado frente a Montevideo pendiente de descargar y al que no dan sitio en los muelles a pesar de que su llegada podría suponer un balón de oxígeno para una flota pesquera que necesita combustible de forma casi perentoria.
«El que tiene algo de combustible puede salir a alta mar y repostar allí, pero el que no...»
Enrique Cossaro