De hecho, anuncios como el realizado por Telefónica, que reducirá 8.500 empleos en cinco años, pese a tener beneficios, o los despidos del sector financiero -se estima que durante este año los 50 mayores bancos del mundo prescindirán de unos 100.000 empleados, según Bloomberg, lo que sería el mayor recorte anual desde los 192.000 trabajadores que expulsó el sector en el 2008-, refuerzan la impresión de que se avecina una nueva oleada de recorte de trabajadores en el mercado laboral.