El rigor de los ajustes del Gobierno conservador aún llegará en el 2012
24 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Seis meses de austeridad y ajustes sin precedentes en Portugal han sido suficientes para que el Gobierno conservador que lidera Pedro Passos Coelho se enfrente hoy a su primera huelga general (la tercera en los últimos 23 años).
La contestación social a la política de recortes emprendida por el centroderecha estaba cantada desde el mismo día en que ganaron las elecciones, pero el rigor de las medidas adoptadas, de una dureza mayor a las exigidas por la troika (UE, FMI y BCE) para cumplir con los plazos del plan de rescate (78.000 millones), hacen prever una respuesta histórica a la convocatoria de los dos sindicatos mayoritarios portugueses, CGTP y UGT, que cuenta además con el apoyo expreso de los socialdemócratas, suscrito a modo de manifiesto por el expresidente de la República Mario Soares.
Desde que el anterior Gobierno del socialista José Sócrates pidió el rescate financiero y un mes después perdió las elecciones anticipadas, los conservadores han aprobado varios paquetes de austeridad para intentar cumplir la fuerte reducción del déficit fiscal luso que exige Bruselas. Pero la gota que ha colmado el vaso y hará salir hoy a la calle a la sociedad lusa ha sido la intervención directa en los salarios públicos. La medida, incluida en la Ley de Presupuestos del Estado para el próximo año, prevé la supresión de las dos pagas extraordinarias que reciben los funcionarios y jubilados con ingresos superiores a los 1.000 euros, comenzando ya por la de esta próxima Navidad.
Más jornada laboral
Pero hay más. El rigor del ajuste llegará en el 2012 con el aumento en media hora la jornada laboral en el sector privado, el recorte de la inversión en salud pública y educación en un 10 %, respectivamente; además de la subida del IVA reducido, que pasa del 6 % actual al 23 (el IVA del 23 % para la electricidad y el gas entró en vigor ya este pasado 1 de octubre).
La subida de los transportes públicos, los recortes en las prestaciones sociales (supresión del bono bebé, limitación temporal para el subsidio de desempleo) y el incremento del paro, que el pasado mes de octubre registró 700.000 inscritos (el 12,4 % sobre una población de 10,5 millones de habitantes) completan la lista de motivos por los que los portugueses están llamados hoy a secundar la huelga general.
«Se espera una gran contestación social, se percibe en el ambiente, porque la gente sabe que lo peor del ajuste todavía está por llegar», afirma Francisco Carballo Cruz, director del departamento de Economía de la Universidade do Minho. «Comenzó siendo una movilización contra los recortes en el sector público, pero se ha extendido al sector privado, con medidas como la ampliación de la jornada laboral y la congelación salarial», aclara el académico.
Los sindicatos se quejan de que el corte de pensiones, salarios, inversiones y gastos del sector público han acentuado la recesión, con una caída del PIB del 1,7 % en septiembre y el aumento del desempleo. Según estimaciones oficiales, la política de rigor provocará el año próximo una contracción del PIB de 3 %, y el desempleo afectará al 13,4 % de la población activa.
El único camino
«La huelga general va ser una una señal muy fuerte de que los sacrificios exigidos no tienen sentido» y conducen a un mayor empobrecimiento, asegura el secretario general de la CGTP, Manuel Carvalho da Silva.
Los sindicatos han previsto 30 manifestaciones en todo el país, en particular en Lisboa, con el apoyo del movimiento de jóvenes afectados por la precariedad laboral y el desempleo.
Ante este escenario, Passos Coelho, que ha reconocido la extrema dureza de su ajuste, aseguró ayer que el único camino para salir de la crisis que tiene el Estado luso es superar el endeudamiento y equilibrar sus gastos.
Subida del IVA
Incremento del IVA reducido que pasa del 6 al 23 %. La subida ya es efectiva desde octubre en el gas y la electricidad.