Rato deja caer al Banco de Valencia con un agujero de mil millones

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El Banco de España interviene la entidad, cesa a su consejo y la gestionará hasta su venta

22 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Apenas 24 horas después de las elecciones generales, el Banco de España anunció a las cuatro y media de la tarde de ayer la intervención del Banco de Valencia, donde ha encontrado un agujero de unos mil millones. Ante el estrangulamiento de la liquidez de la entidad, le otorgará una línea de crédito de otros 2.000. El Banco de Valencia no fue capaz, según el supervisor, de «adoptar las medidas adecuadas para asegurar su viabilidad» y que significasen una «solución urgente y definitiva». Esta pasaba por una ampliación de capital de al menos 800 millones de euros. Pero no la hizo. A esa ampliación tendría que haber acudido el Banco Financiero y de Ahorros, matriz de Bankia y presidido por Rodrigo Rato, que posee el 27 % del capital de la entidad valenciana. Pero no quiso.

La situación en los mercados para captar capital está cada vez más complicada y Rato tiene que conseguir para la propia recapitalización de su entidad, según las exigencias europeas, 1.140 millones antes de junio del 2012. Un trabajo ingente si se tienen en cuenta todas las dificultades que tuvo Bankia para salir a Bolsa y lograr capital, pese a que se iba a convertir en la primera institución de España.

Y Rato adoptó la decisión pese a que Elena Salgado, ministra de Economía del PSOE, había advertido: «Quien tendría que ser la primera en llevar a cabo esta aportación es la matriz de Bankia». Una vez intervenido y destituido su consejo de administración (a partir de ahora lo administrará el FROB), el Banco de Valencia será estabilizado y recapitalizado, y después será subastado al mejor postor. La institución tiene el 0,74 % de los activos del mercado español, es decir, unos 24.000 millones de euros. Y de estos casi 4.000 millones son tóxicos, procedentes del sector del ladrillo. El agravamiento de la crisis hizo que el deterioro de estos activos fuese una constante, y el problema se hizo mayor con la falta de liquidez de la entidad.

De acuerdo con el Banco de España, «los depositantes y acreedores pueden estar absolutamente tranquilos ya que las decisiones adoptadas hoy [por ayer] garantizan que el Banco de Valencia podrá seguir operando con normalidad y cumplirá con todas sus obligaciones frente a terceros».

Desde que comenzó la reestructuración, es la cuarta entidad que es intervenida. La oleada arrancó en el 2009 con Caja Castilla-La Mancha, y prosiguió con Caja Sur y la CAM. Valencia es el primer banco, y además cotizado, que sucumbe.