El banco espera contar en diciembre con capital de inversores gallegos

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Estudia poner en marcha un sistema de protección de activos a cuatro años

15 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Veintidós empresarios gallegos, potenciales inversores de Novagalicia Banco, mantuvieron ayer una reunión con la cúpula de la entidad. Comenzó sobre las 14.30 horas y concluyó a las 16.30, en la sede de la Fundación Caixa Galicia en Santiago. Entre los presentes estaban Jesús Alonso, presidente de la conservera Jealsa; el del grupo industrial Invertaresa, Roberto Díaz; el del astillero Rodman Polyships, Manuel Rodríguez; el de la alimentaria Coren, Manuel Gómez Franqueira; el de la cervecera Estrella de Galicia, Ignacio Rivera; el director financiero de Gadisa, Agustín Rodríguez; y representantes de otras firmas como la constructora San José.

Algunos de estos empresarios ya habían confirmado su intención de participar en un proyecto «vital» para Galicia, como recordó ayer a la salida del encuentro Luis Fernández Somoza, presidente de Azkar.

El banco intenta dar entrada a tres tipos de inversores: gallegos, grandes fortunas de México y fondos norteamericanos. Es previsible que los inversores gallegos entren en la primera fase, prevista del 1 al 15 de diciembre, aunque hay pendientes nuevas reuniones. Los inversores mexicanos, entre los que se encontraría Vázquez Raña, tienen previstas reuniones en Galicia. Y los norteamericanos tienen prácticamente decidido entrar en el capital, pero desean despejar dudas para conocer lo que ocurre con la economía europea y la española en particular.

Esquema

Es decisivo para el desarrollo del proyecto conocer cuáles serán los planes del nuevo Gobierno tras el 20-N. De acuerdo con lo anunciado por el presidente del banco, José María Castellano, hay prácticamente pactado un esquema de protección de activos a cuatro años. El papel del FROB sería fundamental, ya que el capital público protegería a los inversores de pérdidas futuras. Pero en caso de que los beneficios de la entidad fueran mejor de los esperados, los inversores aportarían una participación mayor en el capital.

Uno de los accionistas es la propia caja, que irá incrementando su participación hasta alcanzar el 15 %. ¿Cómo lo hará? El banco le comprará activos a precio de mercado, y con ello podrá atender también a la obra social. Entre esos activos se encuentra la colección de arte de Caixanova. En su poder ya tiene la de Caixa Galicia, y entre ambas instituciones poseen alrededor de 8.000 piezas.