Un avance importante, pero lejos del final

ROSA DUCE

ECONOMÍA

30 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

L a resolución de la crisis de deuda en Europa se está convirtiendo en un fenómeno muy similar a una novela por entregas, que tan populares fueron en el siglo XIX y a principios del XX. Dumas, Dickens, Flaubert? grandes autores (y no tan grandes) publicaban capítulo a capítulo historias que tenían en vilo a un número fiel de ávidos lectores. Así se encuentran ahora todos los agentes que toman parte activa en los mercados financieros, sin perderse un capítulo de la saga de la crisis de deuda, esperando un final feliz y, mientras este no se produce, sufriendo con cada giro argumental que va dando la historia.

El último capítulo ha sido la cumbre europea que se ha desarrollado esta semana, que ha superado en cierta medida las expectativas que tenían los mercados, aunque es cierto que estas no eran demasiado elevadas desde los días previos.

La cumbre ha acordado que las entidades financieras europeas refuercen su capital hasta una ratio del 9?% antes de junio del 2012. Para ello, los bancos deberán utilizar primero sus propios recursos (reestructuración y conversión de deuda en acciones, lo que afectaría a los bonos convertibles, o ampliaciones de capital) y, en caso de no ser suficiente, acudirán a su propio gobierno o al fondo de rescate europeo (FEEF). Además, se obliga a los bancos a valorar su cartera de deuda «a precios de mercado» y no a precio de emisión. En total, las necesidades de recapitalización se elevan a 106.000 millones de euros y afectarían a un total de 70 bancos europeos. Por países, la banca francesa precisaría 8.800 millones; la española, 26.000; la alemana, 5.200; la italiana, 14.800, y la griega, algo más de 30.000.

Un segundo acuerdo es la participación del sector privado en la reestructuración de la deuda de Grecia, que se sitúa en el 50?%. El objetivo es reducir la ratio de deuda de este país hasta el 120?% del PIB en el 2020. El acuerdo tiene la aprobación del BCE y el FMI, y la participación voluntaria de la banca se ha conseguido ante la inminente amenaza de quiebra. Los líderes europeos se comprometen además a un segundo préstamo a Grecia por 100.000 millones.

También se ampliará el fondo de rescate FEEF. Los líderes europeos hablan de la posibilidad de que se endeude hasta 4 o 5 veces, a través de dos opciones: seguros de inversión o participación en el fondo de países de fuera de la UE.

La última cumbre europea ha dado un empuje importante a la historia, pero todavía quedan flecos por resolver. Por un lado, no se han cerrado los detalles de la participación privada en la quita de Grecia. Por otro, deberemos estar atentos a cuál es la capacidad para atraer a inversores no europeos. Que se mantenga el optimismo dependerá de que el crecimiento económico en Europa sea suficiente para convencer a los inversores de que hay margen para realizar ajustes. Sin embargo, el crecimiento puede verse mermado por el hecho de que las entidades estarán centradas en sus propias necesidades de recapitalización, y no elevarán el crédito a empresas y familias. Quedan suficientes incógnitas como para augurar un buen número de nuevas entregas, pero hemos cerrado un capítulo clave que mueve el hilo argumental en la dirección correcta.

Economista del Centro de Inversiones de Deutsche Bank