Protesta en Atenas contra la austeridad del Gobierno

Adriana Flores

ECONOMÍA

La jornada se saldó con 21 heridos y 25 detenidos por la policía.

19 oct 2011 . Actualizado a las 22:42 h.

Grecia vivió hoy una de las protestas más multitudinarias de las últimas décadas, en la primera jornada de una huelga general de 48 horas contra las políticas de austeridad del Gobierno y en la que se registraron violentos disturbios en Atenas y en otras ciudades.

Los enfrentamientos en Atenas entre radicales y policías se saldaron con 21 heridos leves, 15 de ellos agentes, que fueron atendidos por los servicios de emergencia. La policía detuvo a 25 personas.

En la manifestación en la capital, una de las mayores marchas en años, participaron unas 120.000 personas según los sindicatos, mientras que la policía rebaja la cifra hasta los 70.000 asistentes.

Carteles en los que se podía leer: «Que se vaya el FMI», «No he robado y no pago» «Abajo con la barbarie económica» se desarrollaron las manifestaciones masivas por toda la geografía griega, especialmente en las mayores ciudades, como Salónica, Volos y Patras.

Tras una manifestación pacífica en Atenas que concluyó ante el Parlamento, grupos de manifestantes radicales se enfrentaron a la policía, que había desplegado un cordón de seguridad en torno a la cámara baja.

Los policías emplearon gases lacrimógenos y cargas para dispersar a los grupos violentos, que lanzaron piedras y bombas incendiarias, así como losas y adoquines a los agentes desplegados ante las escalinatas del Parlamento griego.

Decenas de manifestantes prendieron fuego a contenedores y a una de las garitas policiales situadas a la entrada del Parlamento, donde se debate la última tanda de medidas de austeridad, sin que se ocasionaran heridos.

Los grupos violentos rompieron escaparates de comercios, paradas de autobuses, todo tipo de mobiliario urbano y las fachadas de los hoteles de lujo situados en la plaza Sintagma.

En las principales ciudades del país se repitieron las escenas de violencia entre grupos de manifestantes y la policía, aunque aun no se ha dado a conocer una cifra de posibles heridos y detenidos.

Según los sindicatos griegos, la huelga general ha tenido un seguimiento de entre el 90 y el 100 % de los trabajadores griegos, duramente golpeados por la crisis y que en el sector público han visto perder hasta el 40 % de su poder adquisitivo por los recortes y las subidas de precios.

Además, quedó paralizado el transporte ferroviario y el marítimo, y cientos de vuelos han sido cancelados por la participación en la huelga durante 12 horas de los controladores aéreos.

Las protestas contra las draconianas medidas de austeridad del Gobierno seguirán mañana, día en el que se votará en el Parlamento un proyecto de ley para aplicar los recortes adicionales exigidos por los acreedores internacionales los socios de la eurozona y el FMI.

La ley prevé el pasar a 30.000 empleados públicos a una reserva previa a su despido antes de fin de año, mayores recortes en los salarios públicos, la rebaja del salario mínimo y la posibilidad de evitar los acuerdos colectivos en la contratación de trabajadores.

El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, fracasó hoy en sus intentos de conseguir el apoyo a estas medidas de los líderes de los partidos de la oposición.

Así, Papandréu tendrá que contar sólo con los 154 escaños de su grupo socialista, de un total de 300 de sus diputados, algunos de los cuales también han expresado su discrepancia contra unas medidas que, según dicen, «llevan a la pobreza».

Para cerrar filas, Papandreú ha convocado a un consejo de ministros extraordinario horas antes de la votación, según informó la oficina del primer ministro.

Por su parte, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, alertó hoy sobre los efectos de una eventual bancarrota del país, al afirmar en el Parlamento que «una muerte económica no tiene resurrección posible, sino que lleva a la muerte económica de una o dos generaciones siguientes».