Los consejeros ratificaron dos veces en un año los blindajes de los contratos
05 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El copresidente de Novacaixagalicia Julio Fernández Gayoso se negó en el último consejo de la entidad, celebrado la pasada semana, a revelar las indemnizaciones por cese a los altos directivos que ayer saltaron a la luz y provocaron un tsunami de reacciones sociales y políticas. El consejero de Comisiones Obreras, José Luis Regueiro, preguntó expresamente por estas retribuciones percibidas por el ex director general, José Luis Pego; su adjunto, Javier García de Paredes, y los directivos Óscar Rodríguez Estrada y Gregorio Gorriarán. Gayoso contestó textualmente que se trata de «cuestiones personales» que no se harían públicas en el consejo. Nadie reprochó el silencio. Ayer mismo, según algunas fuentes, se barajó la posibilidad de reunir al consejo para explicar esos polémicos pagos, pero no trascendió nada más.
Algunos consejeros manifestaron ayer su sorpresa por las indemnizaciones cobradas por estos altos directivos. UGT solicitó la dimisión de todo el órgano ejecutivo. Y tanto CC.?OO. como la CIG recordaron que llevan años denunciando esta situación sin respuesta.
Lo cierto es que el consejo de la caja ratificó dos veces en menos de un año estos blindajes. En diciembre del 2010, ratificó los contratos de alta dirección heredados de Caixanova. En aquella sesión solo votó en contra el consejero de Comisiones Obreras, José Luis Regueiro.
En junio del 2011, de nuevo volvió a ratificar estos documentos, a los que se sumó el contrato del director general adjunto, procedente de Caixa Galicia, Javier García de Paredes. Votaron a favor todos, a excepción del consejero de CC.?OO., el de CSICA y el representante del Concello de Pontevedra, Xosé Lois Veiga, quien ayer admitió que la «opacidade é a tónica habitual no consello».
El pasado 30 de junio, durante la asamblea general celebrada en A Coruña, la representante de UGT preguntó por las indemnizaciones por ceses reflejadas en las auditorías externas encargadas para la fusión. Silencio. Y lo mismo sucedió en el 2009, a preguntas de la CIG sobre las retribuciones.
Ayer, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, eludió las preguntas y señaló que para valorar lo sucedido «habría que ver las indemnizaciones del resto».