El Gobierno cuela un decreto que amenaza al sector eólico gallego

Miguel Á. Rodríguez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Guerra anuncia un boicot y pide a Rajoy que lo pare

04 oct 2011 . Actualizado a las 12:40 h.

Con las elecciones ya convocadas y la legislatura en tiempo de descuento, el ministro de Industria en funciones, Miguel Sebastián, acaba de presentar un borrador de nueva regulación energética, que se aplicaría desde el 2013 al 2020, donde se cambia radicalmente el marco de juego para el sector eólico.

Las primas actuales caerían hasta un 44 % y las comunidades autónomas perderían en la práctica el control del que siempre disfrutaron sobre los nuevos parques. El ministerio se arroga la potestad de planificar el crecimiento eólico en cada territorio, con parques en régimen ordinario de más de 50 megavatios. Se trata de una opción poco usada por las empresas porque no disfrutaban de primas. Pero ahora sí las tendrán. Y en Galicia, Endesa y Estela Eólica tienen solicitados 780 megavatios por esta vía, que cobra más interés que nunca con este decreto.

Además, el Gobierno ya anuncia que no tendrá en cuenta los lugares donde el recurso es más eficiente (caso de Galicia), sino más bien todo lo contrario. La medida amenaza claramente al concurso eólico de la Xunta, el más grande realizado hasta ahora en España (2.325 megavatios repartidos), y también el más avanzado de todos los que se están tramitando.

Las empresas creen que el borrador, que podría aprobarse en diciembre, con el nuevo Gobierno salido de las urnas pendiente de tomar posesión, las aboca a una nueva paralización y que destruirá empleo de forma masiva. La Xunta, a su vez, confirmó ayer su oposición frontal al abrupto cambio de escenario energético. Las firmas productoras llevaban cuatro años aguardando a conocer su futuro a partir del 2013. Pero no esperaban que el PSOE optase por colar la solución a esta incógnita en la prórroga de su mandato político.

Ofensiva política

El conselleiro de Industria, Javier Guerra, anunció que está ya presentada ante la Comisión Nacional de la Energía (CNE) una batería de alegaciones a la normativa. Pero también que ha puesto en marcha una ofensiva política en toda regla.

El director xeral de Industria, Ángel Tahoces, ya contactó con su homólogo de Castilla-La Mancha, la otra comunidad con más eólica de España, para crear un frente autonómico común.

Y Guerra afirmó que tratarán de convencer a Mariano Rajoy para que se comprometa a anular este real decreto si preside el nuevo Gobierno, incluso subrayando esta prerrogativa en su programa electoral.

¿Qué ha ocasionado la reacción masiva del sector y de la Xunta? Hasta ahora, las comunidades deciden cómo y a qué coste desarrollan el sector eólico, porque los parques en régimen especial (menos de 50 megavatios) dependen de los Gobiernos regionales y son los únicos con prima asegurada por megavatio producido.

La mayoría lo hacen mediante concursos donde se exigen compromisos industriales asociados, como en el caso gallego. Pero otras se inclinan por atraer inversiones en investigación, mientras varias siguen optando por autorizaciones directas, sin pasar por el filtro de ninguna selección pública.

El Gobierno fijaba las primas. Y se sabía ya que después del hachazo a las ayudas en los sectores solar y fotovoltaico o de biomasa, el siguiente de la lista sería el eólico, que solo este año lleva consumidos cerca de 1.500 millones de euros en subvenciones.

Pero el nuevo decreto cambia las reglas. Las grandes empresas, capaces de acometer inversiones de este calado, podrán solicitar parques en régimen ordinario, por encima de los 50 MW, y disfrutarán de las mismas primas.

Nada impide a los «perdedores» del concurso reclamar megavatios en Galicia por esta vía sin inversiones industriales.

6.500 MW

Objetivo gallego en el 2016

Ahora hay 3.255 en uso, 2.325 del concurso en trámite y 922 arrastrados del bipartito.