Las bolsas cotizan ya la recesión

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El Ibex sufre un descalabro del 4,62 % y la prima de riesgo italiana roza su récord histórico

23 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La situación se deteriora por momentos y los malos augurios se amontonan sobre la mesa. Primero fue el aviso del FMI de que la recuperación de la economía tendrá que esperar. Después que los bancos europeos guardan en sus balances un riesgo de dimensiones descomunales: 300.000 millones ligados directa o indirectamente a la crisis de deuda que asola la eurozona. Más tarde, la advertencia de la Reserva Federal sobre los muchos riesgos que acechan a la primera economía del mundo. Y para rematar, el para más de uno «decepcionante» plan orquestado por Bernanke para evitar la recesión al otro lado del Atlántico.

Ingredientes todos ellos de un cóctel explosivo para las bolsas. Y más si este llega servido con una buena dosis de exasperante parsimonia y falta de decisión. Las que vienen demostrado los líderes europeos para acometer de una soberana vez la gangrena de la deuda. Por no hablar del, a todas luces nocivo, clima de confrontación entre republicanos y demócratas, embarcados como están en la carrera hacia las presidenciales. Lo resumió muy bien ayer el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick. Los líderes de las naciones desarrolladas ya no pueden agarrarse a la excusa de que no han visto venir la crisis, como sucedió en el 2008, dijo. Por lo que los apremió a «actuar» de una vez, porque no hacerlo sería «irresponsable» y podría afectar al resto del mundo. «Todavía creo que es improbable la recaída, pero mi confianza se ve erosionada a diario por el flujo constante de malas noticias». En lo mismo insistieron el primer ministro británico, David Cameron, y sus homólogos de Australia, Canadá, Indonesia, México y Corea del Sur (todos ellos miembros del G-20 y ninguno de la eurozona), quienes en una carta dirigida a Nicolas Sarkozy llamaron a los líderes de la zona euro a «actuar rápidamente para resolver la crisis del euro y evitar el contagio».

El resultado de todo ello, nada que deba extrañar: otra estrepitosa caída de las bolsas, abonadas desde hace semanas al abismo. Y otra vez los bancos en el epicentro del terremoto.

En casa, el vendaval de ventas fue tal, que durante la primera mitad del día, cuando más arreciaba la tormenta, el Ibex 35 llegó a perder un 5,3 %. Acabó perdiendo un 4,62 % y diciendo adiós, de nuevo, a los 8.000 puntos. Para el BBVA el descalabro fue del 5,36 % y para el Santander, del 5 %.

París, la más castigada

Esta vez fue la de París la Bolsa más castigada, con un desplome del 5,25 %, arrastrada por la caída en picado de la banca gala, muy expuesta a la deuda helena. Fráncfort retrocedió un 4,96 % y Londres se dejó un 4,67 %

Ni que decir tiene que el día tampoco resultó precisamente una balsa de aceite en el mercado de deuda. Allí, la prima de riesgo española -el sobrecoste que debe pagar España para financiarse en el mercado en comparación con Alemania- trepó hasta los 374 puntos básicos, para después relajarse y cerrar en 365. Mucho peor le fueron las cosas a la italiana, que a punto estuvo de igualar el récord histórico de 416 puntos alcanzado en agosto, antes de que el BCE extendiera el bálsamo de la compra de deuda. Se quedó a un paso, en 413 puntos. Pero, como la española, retrocedió luego posiciones y cerró en 398. Y eso solo después de que el Banco Central Europeo acudiera en su ayuda. Con todo, lo peor es que los analistas no ven indicios que permitan pensar en un cambio de tendencia. Apuntan que solo si ocurre algo que permita atisba la salida del laberinto griego, incluida la liberación de esos 8.000 millones, vitales para la supervivencia del país, podrían las bolsas recuperar el sosiego.

6,3 %

Dos días de castigo

En las dos últimas sesiones, el Ibex se ha dejado un 6,3 % de su valor y en el año, un 20,5 %.

413

Prima de riesgo italiana

El récord, que data de agosto, está en 416 puntos. La española llegó a los 374.