Revolución total en Telefónica. La primera multinacional española comunicó ayer al mundo un giro más que notable, tanto en su estructura como en el reparto de sus líneas de negocio.
La apuesta digital como eje central de los cambios y la simplificación de la estructura de la empresas son el leit motiv.
Una de las grandes novedades es la desaparición de Telefónica España como división independiente, que ahora queda subsumida en Europa. En el apartado de los nombres propios, solo el del propio Alierta y el del consejero delegado, Julio Linares, permanecen sin cambios. Las líneas maestras del nuevo organigrama son tres. Destaca la creación de una nueva unidad de negocio denominada Telefónica Digital, que tendrá su sede central en Londres, con oficinas regionales en Madrid, Sao Paulo, Silicon Valley y «lugares estratégicos» del continente asiático. Al tiempo, Telefónica adelgaza su estructura territorial, que pasa a estar conformada por dos grandes espacios: Europa y Latinoamérica. José María Álvarez-Pallete, responsable hasta ahora de América Latina, dirigirá la zona del Viejo Continente; y Santiago Fernández Valbuena se responsabilizará de Latinoamérica. Los cambios suponen también la incorporación de Ángel Vila al comité ejecutivo, como máximo responsable de Finanzas y Desarrollo Corporativo.