La agencia internacional de calificación de riesgos Fitch anunció ayer su decisión de recortar la calificación de Chipre en dos escalones, de «A-» hasta «BBB», con una perspectiva negativa. La coloca a sí a tan solo dos pasos del bono basura. «La rebaja refleja el desequilibrio fiscal del país, que no podrá acceder a los mercados internacionales para refinanciar la deuda que vence en el 2011 y el 2012», subrayó la firma en un comunicado.
Según Chris Pryce, director del área de deuda soberana de Fitch, se espera que el agujero de las cuentas públicas de Chipre alcance el 7?% del PIB este año. El analista agrega que esta revisión al alza de la estimación inicial del 4?% «no puede achacarse a la reciente explosión en una base naval, que destruyó la principal planta de generación eléctrica» del país.
Chipre es, por detrás de Malta y Luxemburgo, el miembro más pequeño de la zona euro, con apenas 700.000 habitantes, y tiene una economía estrechamente relacionada con Grecia, el primer país comunitario que tuvo que pedir ayuda exterior para evitar la bancarrota.
Fitch calcula que el Gobierno chipriota tendrá que solicitar a sus socios que le tiendan la mano, como muy tarde, el año que viene, si quiere cumplir los compromisos adquiridos con los inversores. «Esto refleja una falta de opciones, lo que es inconsistente con una emisión de deuda con categoría A-», añade el experto de la firma.