El mercado mantiene la presión sobre España, que hoy vive una subasta crucial

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La prima de riesgo se estabiliza en el entorno de los 390 puntos, tras marcar nuevos récords por encima de 400

04 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Analistas, inversores, políticos y hasta ciudadanos de a pie que hasta hace bien poco nunca habían oído hablar de la prima de riesgo, tenían ayer un ojo puestos, si no los dos, en el mercado de deuda. El asedio al que había sido sometida la víspera España, y todavía más Italia, no hacía presagiar nada bueno. Y los malos augurios se cumplieron. Nada más iniciarse la sesión, la brecha que separa a los vulnerables bonos españoles de los inexpugnables títulos germanos se ensanchó otra vez, para volver a cruzar la peligrosa barrera de los 400 puntos. Hasta los 408 llegó. Luego el mercado aflojó la soga y las cosas mejoraron. Pero solo un poco. De hecho, al cierre de la sesión, y en medio de un ambiente de tensión que seguía siendo irrespirable, el riesgo soberano de España rondaba los 385 puntos. En el caso del italiano, que en las primeras horas voló por encima de los 390 puntos, se quedó al final en 368.

En cualquier caso, un escenario nada recomendable para el Tesoro español, que hoy tiene una cita clave con el mercado. Pondrá a la venta bonos a tres años y obligaciones a cuatro. Y espera recaudar hasta 3.500 millones de euros para alimentar unas arcas a las que casi se les ve el fondo. Será una inmejorable oportunidad para calibrar hasta qué punto las tensiones que se viven en el mercado secundario (donde lo que se negocian son títulos ya emitidos por el Estado) se trasladan a los costes de financiación del país y cuáles pueden ser las repercusiones de este encarecimiento en el ya paupérrimo crecimiento de nuestra economía. No hay que dar muchas vueltas para acabar concluyendo que si a España se le pide más para confiarle el dinero qué no se les exigirá a las empresas españolas. El acceso al crédito se convierte así en misión imposible y es evidente que sin dinero no hay inversión y, mucho menos, empleo.

Ida y vuelta para la Bolsa

Mejor pintaban las cosas a primera hora en las bolsas de los dos países asediados. Ambas llevaban días encajando los golpes de las ventas y algunos precios exhibían niveles muy atractivos. Esa fue la única razón del rebote, que llevó al Ibex a recuperar un 2?% en el primer tramo del día. Después, todo fue a peor. Sobre todo tras la publicación de nuevos y adversos datos sobre la evolución de la economía estadounidense, que reavivaron el temor a la recesión. Y todo lo ganado se esfumó. El Ibex acabó cerrando con un descenso del 0,85?%, hasta los 9.037,7 puntos. Y ello después de haber llegado a perder de vista el importante nivel de los 9.000 puntos, algo que no se recordaba desde hace más de un año. La última vez que lo hizo fue en junio del 2010, poco después de que Fitch despojara a España de la venerada triple A.