La rebaja de la nota de Portugal incendia otra vez los mercados de deuda

juan oliver REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Oleada de críticas contra las agencias de calificación por torpedear los planes de rescate de la Unión Europea y el FMI

07 jul 2011 . Actualizado a las 11:22 h.

La decisión de Moody?s de rebajar el martes de golpe cuatro escalones la nota de la deuda portuguesa provocó ayer una sensible caída de las bolsas europeas y una escalada de la prima de riesgo de los países periféricos (la diferencia de rentabilidad de sus bonos sobre el alemán). También desató un aluvión de críticas a las agencias estadounidenses de calificación, por torpedear los planes de rescate de la UE y el FMI. Un día antes de la rebaja de Moody?s, Standard and Poors? (S&P) puso en duda la viabilidad de Grecia, al advertir que su segundo programa de auxilio podía esconder un impago de su deuda.

La prima portuguesa se elevó ayer por primera vez en la historia sobre los mil puntos básicos, lo que significa que al país, que acaba de empezar a recibir las primeras partidas de los 78.000 millones de euros de su plan de socorro, le cuesta financiarse un 10 % más que a Alemania. El Gobierno pretendía subastar mil millones de euros en bonos a tres meses, pero solo colocó 848 millones, y a un interés superior al de junio.

La prensa lusa reaccionó con duros ataques a Moody?s, cuya decisión sitúa la deuda portuguesa en el escalón de los bonos basura, al nivel de los de otros países con más riesgos objetivos, como Armenia, Filipinas, Jordania o El Salvador. Varios diarios subrayaron que el rescate, como en el caso griego, está condicionado a duras medidas de ajuste que afectan a millones de ciudadanos, y recordaron los errores de esas agencias en la calificación de los productos y las entidades financieras que causaron la crisis (ayer mismo, un juez de Milán condenó a S?&?P a pagar 784.000 euros a Parmalat por haber atribuido al grupo una nota positiva pocos días antes de su quiebra en el 2003). La indignación llegó también a Berlín, donde el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, abogó por «limitar» el poder de las tres agencias (las dos citadas y Fitch), a las que acusó de mantener un «oligopolio». El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, lamentó «profundamente» la rebaja de Moody?s, y advirtió de que solo sirve para «añadir elementos de especulación» a los mercados.

Contrapeso

En Estrasburgo, el Europarlamento reclamó una agencia europea de calificación que contrarreste el poder de las compañías estadounidenses, idea que repitieron en Lisboa el presidente de la patronal española, Juan Rosell, y su homólogo portugués, Antonio Saraiva. En Washington, la nueva presidenta del FMI, Christine Lagarde, reconoció la gravedad de la crisis de deuda, y comparó los posibles efectos de la quiebra de un país del euro con los de la caída de Lehman Brothers en el 2008.