La patronal española amenaza con deslocalizar si no se abarata el despido

navacerrada / efe

ECONOMÍA

El presidente de la CEOE culpa de la crisis «a todos»: al Gobierno, a los bancos, a las empresas y a las familias

06 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell, advirtió ayer de que los empresarios españoles harán sus inversiones y contrataciones en otros países si no tienen las mismas posibilidades y costes para despedir que en el extranjero.

En una conferencia pronunciada en el Campus FAES, Rosell explicó que los empresarios «jamás» contratan pensando en despedir. Sin embargo, criticó que haya 43 modalidades de contratación cuando lo máximo que debería de haber es seis o siete, y precisó que los empresarios solo despiden cuando caen sus ventas y no se ha tenido éxito.

Por ello, advirtió de que los empresarios españoles se irán con sus inversiones a otra parte si no se pone «bien claro» que si no aciertan en su proyecto van a tener las mismas posibilidades de despedir que en otros países.

En este sentido, Juan Rosell destacó que los tres problemas básicos que hay en materia de legislación laboral son entrada en el mercado de trabajo, estancia (porque falta flexibilidad interna en las empresas) y salida, porque los costes dan «miedo».

Por otra parte, el presidente de la CEOE calificó de «idiotez» la decisión del Gobierno alemán de cerrar sus plantas nucleares tras el accidente ocurrido en la central atómica de Fukushima, en Japón.

Para Juan Rosell, esa operación le supondrá a la industria nuclear alemana un coste de unos 25.000 millones de euros, lo que, en su opinión, perjudicará seriamente a la competitividad de las empresas de todo el país.

Crédito

El presidente de los empresarios españoles también se refirió a la falta de crédito para las familias y las empresas, e instó al Gobierno a que habilite medidas para que vuelva a fluir. En cuanto a la gestión de la crisis dijo que el Gobierno socialista ha actuado tarde y con falta de contundencia, pero extendió los reproches a todos los sectores de la sociedad: a quienes pedían los créditos, a quienes los daban, probablemente con «demasiado alegría», y a quienes tenían que haber dado la voz de alarma y no lo hicieron.

«Es hora de reformas, pero no de anunciarlas, sino de hacerlas sin miedo»

Juan Rossell