El presidente francés, Nicolas Sarkozy, confirmó ayer que los bancos y aseguradoras franceses tomarán parte, de manera voluntaria, en el segundo rescate que Europa está diseñando para Grecia. El anuncio se suma al efectuado la víspera, en el mismo sentido, pero referido a las entidades financieras helenas, por el nuevo ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos.
Por su parte, en la rueda de prensa final de la cumbre, que pone fin al semestre de Hungría al frente de la Unión Europea, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, tras comentar que España y el resto de Europa «trabajan solo» con la posibilidad de un voto favorable en el Parlamento griego la semana que viene, subrayó la «buena disposición» de la banca española a tomar parte en el segundo salvamento de Grecia.
En cualquier caso, el jefe del Ejecutivo recordó que la exposición del sector financiero español a la deuda helena es «muy baja», de apenas un 1 %. «Desde este punto de vista estamos muy tranquilos», remarcó.
La peor parte
Son los bancos alemanes y franceses los que peor lo tienen, puesto que son los mayores prestamistas del Gobierno de Yorgos Papandreu. Los germanos tienen en sus carteras casi 23.000 millones de dólares en bonos griegos, y los galos, casi 15.000.
Lo más probable es que el Ejecutivo heleno renueve la deuda que venza y, automáticamente, las entidades financieras adquieran el nuevo papel.