«La medida menos traumática para el empleo ya la hemos tomado»

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

«No voy a pedir dinero. Voy a vender un proyecto del que saldrán beneficiados todos los que participen», dice José María Castellano, primer presidente ejecutivo de NCG Banco

19 jun 2011 . Actualizado a las 13:49 h.

José María Castellano Ríos (A Coruña, 1947) será el primer presidente de NCG Banco, fruto de la transformación y anterior fusión de Caixa Galicia y Caixanova. Antes de su desembarco, este ejecutivo vivió un tira y afloja, en el que él no aflojó nada, incluso en los momentos más tensos de la negociación.

Será el primer ejecutivo y lleva semanas trabajando en cumplir su objetivo captar en torno a 500 millones de euros para recapitalizar la entidad, que necesita 2.622 millones para alcanzar un core capital del 10%.

«No voy a pedir dinero. Voy a vender un proyecto del que saldrán beneficiados todos los que participen», argumenta.

LOS INVERSORES

Los gallegos, clave. Se ha puesto en contacto con tres grupos de inversores: institucionales extranjeros, nacionales y empresarios gallegos. Explica la importancia de cada uno de ellos «los institucionales extranjeros son más exigentes. Es positivo tenerlos de socios porque saben cómo se hace la transformación y la reestructuración de una entidad financiera. Tienen experiencia en operaciones realizadas en Estados Unidos, Irlanda e Inglaterra».

Pero hay un grupo que José María Castellano considera de vital importancia para Galicia. Son los empresarios gallegos, porque la iniciativa tiene unas raíces muy profundas en la comunidad. Ya ha contactado con una veintena de grupos empresariales, entre los que se encuentran las mayores fortunas de Galicia. Sería una de las primeras veces en la historia de la comunidad que todos apoyasen una misma iniciativa. Públicamente, el primero que ya ha mostrado su disposición a estudiar una potencial participación es Roberto Tojeiro (Gadisa), pero hay más e importantes: Manuel Jove, la familia Calvo, José Collazo, Jacinto Rey, Josefa Ortega, Jesús Alonso... «Espero que todos los inversores me adviertan de mis errores, que intentaré corregir. Procuraré que esta inversión les resulte rentable y que tengan la constancia de que con su presencia han apoyado un proyecto» vital para la comunidad autónoma.

DURAS NEGOCIACIONES

Cuatro horas y recargar el móvil. Las dos últimas semanas fueron intensas. Cada cuatro horas, José María Castellano se veía obligado a cargar la batería de su teléfono móvil. Además de las conversaciones telefónicas, las personales. Algunas de las más decisivas se desarrollaron en su casa de A Coruña.

En momentos tensos advirtió que él no era un banco de inversiones, sino un gestor. «Me han llamado y he aceptado. Le voy a prestar un servicio a Galicia». Quien conoce a este catedrático de Economía asegura que jamás hubiera aceptado una iniciativa sin futuro. Ha recibido ya los parabienes de todos los estamentos públicos, pero destaca el del Banco de España. Su subgobernador, Javier Aríztegui, se mostró «encantado» con un proyecto mixto de captar fondos privados y públicos.

En general, el estamento político acogió bien su llegada. Fue aplaudida por destacados miembros del Partido Popular como Mariano Rajoy y el presidente de la Xunta, así como del PSOE. En este caso se podría citar a los ministros José Blanco y Francisco Caamaño. Hay excepciones. Sin hacer ninguna valoración sobre el nuevo ejecutivo, el Bloque Nacionalista Galego consideró ayer un «atraco legal» la transformación de NCG en un banco,

EL EMPLEO

Preocupación medida. La fusión de Caixa Galicia y Caixanova y ahora su transformación a NCG Banco tendrá unos efectos sobre el empleo, que preocupa y mucho a la plantilla. Sobre este asunto, Castellano dice: «La medida menos traumática de todas ya la hemos tomado: optar por la creación de un banco con raíces en Galicia. En cualquier caso, antes de tocar el empleo habrá que reducir todos los demás gastos a la mínima expresión. Y luego, si tras analizar las necesidades de personal hay que acometer una reducción de empleo, se hará. Pero siempre se pueden llevar a cabo medidas no traumáticas».