La abultada deuda privada de España lastra el crecimiento

Natalia Bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

El endeudamiento público es menos de la mitad que el de las empresas

21 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La economía española tiene un problema con la deuda. Pero no con la pública, como podría pensarse, al haberse doblado su tasa desde el comienzo de la crisis, sino con la privada, la que suman el sistema financiero, las familias y las empresas. Así lo aseguran los expertos, que coinciden en que la dura penalización que los mercados impusieron a la deuda soberana del país tras las crisis de Grecia e Irlanda -con el repunte del miedo del lunes, ante la posible reestructuración de la deuda griega-, respondía a la desconfianza de que, dado lo abultado del endeudamiento privado, el Estado se viera obligado a «salir al rescate».

Según los últimos datos del Banco de España, en el 2010 se incumplió por primera vez el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) en lo relativo a la deuda, es decir, que desde la entrada en el euro el país sobrepasó por primera vez el límite del 60% del PIB de endeudamiento que marca Europa.

Deuda pública «modélica»

El año pasado se cerró en el 60,1% -algo más de 638.000 millones de euros en términos absolutos- una mala cifra si se compara con el 36,1% del 2007 (el mínimo histórico), pero casi «modélica», como señala Xosé Carlos Arias, catedrático de Economía Aplicada de la Universidade de Vigo, si se abre el foco a los países vecinos o al resto del mundo.

«Italia o Bélgica prácticamente doblan el porcentaje español, por no hablar de EE.UU. o Japón», dice Arias, para señalar el problema real: el enorme endeudamiento privado, factor decisivo también en el origen de la crisis. Aunque el decano del colegio de Economistas de Madrid, Juan Iranzo, prefiere no hacer distinciones entre el lastre que supone la necesidad de financiación del sector privado y de las Administraciones, argumentando que «el problema es global», otros expertos no pierden de vista la sobredimensionada dependencia del crédito que tienen las empresas no financieras. Y es que, según datos del Banco de España, en el segundo trimestre del 2010, su deuda equivalía al 140,41% del PIB, es decir, más del doble de la del sector público y también por encima de la que registraban entonces las familias (86%) y de la del sector financiero (100%).

Hiperdependencia financiera

Así las cosas, en un escenario en el que aún se mantienen las fuertes restricciones crediticias, con un tejido empresarial de hiperdependencia financiera, las expectativas de crecimiento de la economía quedan seriamente limitadas. «Desde el punto de vista de las empresas, no poder acceder a la financiación, sin duda, va a comprometer el crecimiento. Así de claro y de inevitable», apunta Arias. No en vano las previsiones del Banco de España para este año rebajan en medio punto las más optimistas del Ejecutivo dejándolas en el 0,8%.