«Yo de fondo con España soy optimista. Pero todos tenemos que trabajar mucho», dijo Pablo Isla tras las insistentes preguntas respecto a cuál era la previsión sobre la evolución económica que para este año maneja la primera multinacional textil del mundo. Sin embargo, escapó de realizar cualquier otra valoración relacionada con este aspecto, o con la reunión que él y el grupo de grandes dirigentes del llamado Consejo Empresarial para la Competitividad mantendrán con el presidente del Gobierno en los próximos días.
Inditex, según sus estimaciones, volverá a crear otros 8.000 empleos el próximo año. Tras este dato, la atención informativa se centró en conocer cuántos de estos puestos de trabajo se crearán en España y cuántos se habían generado en el último ejercicio en el país. Isla indicó que se habían abierto en torno a 25 tiendas y se habían creado 1.000 puestos, para seguidamente explicar que el empleo en España irá siempre en aumento y estará «en relación con el crecimiento global del grupo, ya que es en España donde están la sede social, los centros logísticos y los principales proveedores». Daba así respuesta a una preocupación que ahora solo había en Galicia, y que en estos momentos, cuando Inditex ya tiene una fuerte implantación en el mercado nacional, comienza a ser global y no solo gallega: ¿dejará el grupo de crear empleo en el mercado español?
En la información facilitada a la CNMV, la compañía reconoce que este año también ha comenzado con tono optimista, ya que las ventas en tienda a tipos de cambio constantes han aumentado un 10% en el período desde el 1 de febrero hasta el 14 de marzo del 2011. Subraya que la campaña de primavera-verano estará determinada por las ventas que tengan lugar en el entorno de Semana Santa.