España tiene problemas y los más graves, que hacen «inaceptable» la situación, son el insuficiente crecimiento y la existencia de 4,7 millones de personas sin empleo junto a una tasa de paro juvenil de casi el 43%. Para cambiar el signo de la actividad y el desempleo, el presidente del BBVA, Francisco González, invitó a toda la clase política, a todos los partidos, agentes sociales y ciudadanos, a «corregir los errores del pasado» y reaccionar rápidamente y con decisión para superar esta «fase crítica».
Ante la junta de accionistas del banco, González propuso sacar adelante «un plan estratégico de modernización, con todas las reformas que sean necesarias».
Si se quiere recuperar la confianza de los mercados en la economía española, precisó, la reestructuración de las cajas «ha de ser completada con rigor y rapidez». Estas representan la mitad del sistema financiero español y no están sometidas a la disciplina y controles de los mercados que, en definitiva, «son nuestros acreedores y los propietarios de nuestras empresas». «También puede haber algún especulador, pero muy pocos», apostilló.
Según explicó el presidente del BBVA, el ejercicio ordenado por el Banco de España, con las necesidades de capitalización que se publicaron el pasado jueves, corrobora que el conjunto del sistema español es solvente (solo necesitan capital 12 firmas). Pero tener un sistema financiero «sólido y rentable» es la primera condición necesaria para crecer, por su capacidad para financiar la economía real de manera sostenible.