Los grandes bancos centrales se resisten a la subida de tipos

natalia bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Comparten atacar la inflación, pero no del modo propuesto por Trichet

08 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Están de acuerdo en que hay que mantener controladas las tensiones inflacionistas -provocadas por la escalada de los precios del petróleo-, pero difieren en el modo de hacerlo, es decir, que no todos optarán por subir los tipos de interés para enfriar la economía, como advirtió la pasada semana el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet. Esa es la conclusión principal a la que ayer llegaron en Basilea los representantes de los bancos centrales de los países del G-10 (Alemania, Bélgica, Canadá, EE.UU., Francia, Holanda, Italia, Japón, Reino Unido, Suecia y Suiza), reunidos en la sede del Banco de Pagos Internacionales (BPI).

Trichet, que ejerció como portavoz del grupo, afirmó que «existe entre los bancos centrales una firme unidad en el propósito de anclar sólidamente las expectativas de inflación», para añadir que, sin embargo, ello no implica que «adoptemos las mismas decisiones».

El jueves pasado, el banquero galo informó de que era «posible» aunque «no seguro» que el BCE subiera el mes próximo los tipos de interés del euro, que está en el mínimo histórico del 1%. El órgano rector aumentó por última vez los tipos en julio del 2008 (hasta el 4,25%) para frenar la inflación, pero luego inició una política de reducción para impulsar la recuperación económica.

El fantasma de los precios

Ahora, de nuevo para conjurar el fantasma inflacionista, el BCE se plantea tocar los tipos, algo que ya han hecho otros bancos centrales, como el de Suecia (subió un cuarto en febrero hasta el 1,5%) o Canadá, y a los que podrían unirse próximamente el Banco de Inglaterra (actualmente en el 0,5%) o el de Suiza. Solo la Reserva Federal norteamericana (Fed) y el Banco de Japón, ambos con tipos de entre el cero y el 0,25%, se mantienen al margen de un posible endurecimiento.

Ayer el cambio del euro batió su récord de los últimos cuatro meses, al cambiarse en el mercado de divisas por 1,40 dólares. Asimismo, el barril de brent, de referencia en Europa, se pagó por encima de los 117 dólares. A la reunión en Basilea, además del G-10 asistieron las principales economías emergentes, respecto de las que Trichet advirtió de «los fuertes signos de amenazas inflacionistas» que se cernían sobre ellas. Igualmente, en lo que se refiere a las economías avanzadas, el presidente del BCE, insistió en la necesidad de evitar efectos de segunda ronda, como la subida de los salarios, provocados por el alza de la inflación.