Ruiz-Mateos culpa otra vez a los banqueros de sus problemas

M. j. alegre MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Sus firmas se prestaban unas a otras, en una reedición del imperio de la abeja

19 feb 2011 . Actualizado a las 14:48 h.

Como en una reedición de lo ocurrido hace casi tres décadas, el patriarca de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, echa de nuevo la culpa a los bancos de los problemas que atraviesa su renacido imperio. El comportamiento del Santander «deja mucho que desear», declaró a Punto Radio, para añadir que ha intentado hablar con el presidente Emilio Botín, «pero no se pone».

En los orígenes del imperio de la abeja, Ruiz-Mateos acudió al Banco Popular en demanda de refinanciación, y mantuvo un largo enfrentamiento con el entonces presidente, Luis Valls Taberner, a quien acusó de no haberle prestado el oxígeno necesario para la supervivencia de sus sociedades antes de que se produjera la expropiación.

El presidente de Nueva Rumasa intentó salir al paso de las acusaciones de haber destinado los fondos captados de los inversores a proyectos diferentes a lo comprometido, e insistido en que «todo el mundo va a cobrar, y a lo mejor antes de lo que algunos creen». «El que está aquí es el que sabe lo que tiene, y el patrimonio de Rumasa es inmenso, enorme, para la gente que todavía está más familiarizada con las pesetas, son mil millones», declaró. La cifra entra obviamente en contradicción con los datos aportados por el equipo de Nueva Rumasa en rueda de prensa, cuando cifraron el patrimonio de unos 5.800 millones de euros.

Lo que no dijo el empresario es que parte de los recursos obtenidos de los ahorradores se destinaron a préstamos a empresas del grupo. En la Rumasa primigenia, una estrategia de este tipo posibilitó la formación de la trama empresarial que la intervención desentrañó una vez tuvo en sus manos los libros de cuentas y que mostró un agujero multimillonario.

El Gobierno, en esta ocasión, se ha limitado recordar que el Ejecutivo y la CNMV han hecho «cuanto estaba en su mano» para alertar a los inversores del riesgo que corrían. Desde la oposición, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, replicó que los avisos del regulador «no siempre llegan al pequeño inversor».