El Sindicato Labrego solo aceptara el contrato de la leche si surge de la negociación

Efe

ECONOMÍA

La organización gallega consideran que el contrato debe partir de un precio mínimo de base.

22 ene 2011 . Actualizado a las 21:45 h.

El Sindicato Labrego Galego (SLG) sólo aceptará el contrato en la leche si surge de la negociación colectiva en el seno de una interprofesional y parte de un precio mínimo de base.

En este sentido se manifestó la organización agraria gallega, promotora de un encuentro que concluyó este sábado en Santiago de Compostela en el que participaron representantes de distintos miembros de la Coordinadora Europea de la Vía Campesina (CEVC).

En la reunión estuvieron presentes sindicatos de Irlanda del Norte, Bélgica, Austria, Francia, Portugal, Euskadi, Cantabria y Asturias, que debatieron sobre la situación actual del sector lácteo en los distintos países comunitarios y la necesidad de adoptar una posición común ante la reforma de la política lechera que prepara la Unión Europea.

Para los productores, la realidad es semejante en toda la UE, con precios que no cubren los costes de producción, con grandes industrias y distribuidoras dominando el mercado y fijando los valores que les interesa para los productos lácteos y con miles de explotaciones cerrando como consecuencia inmediata de todo ello, denunció el SLG en un comunicado.

El sindicato gallego puso como ejemplo el caso español, donde el cierre de explotaciones «fue devastador» en los últimos años, pasando de 143.000 en activo en 1995 a las 24.000 de la actualidad.

Para los reunidos, la propuesta de crear organizaciones de productores para que negocien los precios de la leche con las industrias equivale a desmantelar la negociación colectiva y renunciar al establecimiento de precios mínimos de base, que cubran los costes de producción y el trabajo en las explotaciones.

También opinan que otra de las amenazas que planea sobre el sector productor es la ya anunciada desaparición del sistema de cuotas para 2015 que, de llevarse a cabo sin que existe ningún control sobre la producción, inundaría el mercado de leche, con la consiguiente caída de los precios y el más que probable cierre de miles de explotaciones y concentración de toda la producción en sólo unas pocas.

Ello llevaría, además -entienden-, a gravísimos problemas medioambientales, de seguridad alimentaria, de desertización del medio rural y de destrucción de puestos de trabajo.

Ante esta situación, la Coordinadora Europea de la Vía Campesina acordó defender la existencia de una interprofesional del sector en la que estén representadas las industrias y las organizaciones agrarias y cuya labor sea la de negociar y acordar los precios de la leche, teniendo en cuenta los costes de producción y con una remuneración digna para las explotaciones.

Esta interprofesional contaría con el arbitraje de la administración que, además, debería velar por el cumplimiento de los acuerdos.