Merkel y Sarzkozy advierten de que el fin del euro sería el fin de Europa

Juan Oliver REDACCIÓN/LA VOZ.

ECONOMÍA

El presidente galo critica a los países de la UE «que han vivido con más de lo que tenían sin pensar en el mañana»

02 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

El euro es el mayor avance en la historia de la construcción europea y la sola idea de que Francia y Alemania puedan abandonar la moneda común para volver al franco y al marco representa una insensatez. Así opinan el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, quienes aprovecharon sus mensajes de fin de año para alertar a sus conciudadanos contra la incipiente corriente de opinión que empieza a hacerse fuerte en sus países, y que sostiene que tanto franceses como alemanes saldrían ganando si recuperaran sus antiguas divisa

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«No crean, mis queridos compatriotas, a aquellos que proponen que salgamos del euro. El aislamiento de Francia sería una locura. El fin del euro sería el fin de Europa. Me opondré con todas mis fuerzas a un volver atrás que supondría poner fin a 60 años de construcción europea que han aportado paz y fraternidad en nuestro continente», aseguró el presidente francés. Prácticamente a la misma hora, la líder germana se expresaba en términos casi idénticos: «Europa se encuentra ante un gran reto. Debemos reforzar el euro. Y no solo por nuestro dinero. El euro es más que una divisa, es la base de nuestro bienestar. Alemania necesita a Europa y nuestra moneda común, tanto para nuestro propio bienestar como para afrontar grandes tareas a escala mundial», destacó.

Recuperación

Ambos mandatarios hicieron de la recuperación económica el eje argumental de sus mensajes. La canciller democristiana empleó un tono paternalista y conciliador para recordar a los alemanes que su país ha sido el que mejor ha resistido la recesión en la UE, y que, a pesar de las dificultades, ha logrado que la cifra de desempleados «sea la más baja de hace casi veinte años».

También Sarkozy se felicitó de haber logrado con sus reformas, como la subida de la edad de jubilación, que la crisis haya sido «más corta y menos severa» en Francia que en otros países. Anunció que el 2011 será el año de la recuperación, y garantizó a sus conciudadanos que no sufrirán la situación de aquellos vecinos «que han vivido con más de lo tenían sin pensar en el mañana». Una velada y crítica alusión a Grecia e Irlanda, que han tenido que ser rescatados, pero también a España y Portugal, que también han sufrido con dureza la crisis de deuda.