También Sarkozy se felicitó de haber logrado con sus reformas, como la subida de la edad de jubilación, que la crisis haya sido «más corta y menos severa» en Francia que en otros países. Anunció que el 2011 será el año de la recuperación, y garantizó a sus conciudadanos que no sufrirán la situación de aquellos vecinos «que han vivido con más de lo tenían sin pensar en el mañana». Una velada y crítica alusión a Grecia e Irlanda, que han tenido que ser rescatados, pero también a España y Portugal, que también han sufrido con dureza la crisis de deuda.