Uno de los aspectos que cuestionaron algunos de los asambleístas convocados -sobre todo los representantes de entidades sociales, como Carmen Avendaño- es el fondo que quedará para obra social en Novacaixagalicia. En este caso fue Gayoso quien apuntó, según fuentes de la asamblea, que las inversiones para obra social no están garantizadas. De hecho, según consta en el proyecto económico, el montante que la financiera prevé destinar a aspectos sociales y culturales se reducirán a la mitad sobre lo que invertían Caixa Galicia y Caixanova.
Los responsables de la entidad aseguraron igualmente que la obra social se reorientará: se destinarán los fondos, prioritariamente, a aquellos sectores generadores de empleo y también hacia empresas de innovación y tecnología. De esta forma, siguiendo esa argumentación, quedarán en un segundo plano las dotaciones para actividades culturales, si bien hasta el 2013 se mantendrán, como tales, las fundaciones que mantenían Caixa Galicia y Caixanova.
La asamblea dio también el visto bueno a Deloitte como empresa auditora de la caja y a la emisión de deuda y de valores inmobiliarios por un importe de hasta 15.000 millones de euros. También en este caso se contó con la oposición de los sindicatos, que temen que se le dé a la dirección un cheque en blanco para esas emisiones.