El G-20 exigirá más capital a los grandes bancos con lazos internacionales

EFE

ECONOMÍA

De España se ha incluido a los dos principales grupos, el Santander y el BBVA.

11 nov 2010 . Actualizado a las 15:40 h.

La propuesta de reforma financiera que tiene sobre la mesa el G-20, que se reúne hoy en Seúl, contempla exigir más capital a la gran banca con presencia internacional que a las grandes entidades que operan sólo en el ámbito doméstico.

Así lo explicó hoy, en una rueda de prensa, el presidente de la Comisión de Supervisión Financiera de Corea del Sur, Chin Dong-soo, quien no quiso aclarar si esta medida, como han afirmado algunos medios, beneficiará a la banca asiática y perjudicará a la banca europea, entre ella la española.

Chin expuso hoy los detalles de la reforma financiera que tiene sobre la mesa el G-20, a propuesta del Consejo de Estabilidad Financiera, y cuyas líneas generales serán aprobadas por los jefes de Estado y de Gobierno al término de la cumbre que se celebra en Seúl, mañana viernes.

Uno de los puntos más complejos de la reforma financiera es el que exige un mayor capital a las entidades que son consideradas demasiado grandes y cuya quiebra pondría en riesgo el sistema financiero. Son las llamadas «instituciones financieras sistémicamente importantes».

El Consejo de Estabilidad Financiera, que tiene el mandato del G-20 de avanzar en la reforma del sector, lleva trabajando desde hace meses en una lista que incluye a las entidades «demasiado grandes para caer».

Según informa el Financial Times, en la lista hay grandes bancos estadounidenses, como Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Morgan Stanley o Citigroup, pero también europeos, como UBS, Credit Suisse, Switzerland, Société Générale y BNP Paribas.

De España se ha incluido a los dos principales grupos, el Santander y el BBVA.

Según las directrices dadas a conocer hoy, el Consejo de Estabilidad Financiera recomienda al G-20 que se aplique una legislación más laxa a la gran banca que no tiene lazos fuera de su mercado doméstico.

El Financial Times explica que entre los bancos que disfrutarían de esta excepcionalidad figuran algunas entidades chinas, así como los japoneses Mizuho, Sumitomo Mitsui y Mitsubishi UFJ, cuyas acciones se dispararon hoy en bolsa animadas por esta posibilidad.

El resto de entidades sí que sufrirán unos mayores requerimientos de capital. Según la propuesta que estudiará y posiblemente aprobará el G-20, a estas entidades se les requerirá mantener un «Tier 1» o «Nivel 1» (un ratio que mide la fortaleza de las entidades financieras basándose en su capital básico) del 3 por ciento mínimo.

La aplicación de estas normas se iniciará el 1 de enero del 2013, y las exigencias de capital se irán incrementando cada año, hasta alcanzar el máximo en enero del 2019.

La posibilidad de que algunas entidades sean discriminadas en función de dónde operan ha causado un cierto malestar en el sector bancario.

El consejero delegado de Deutsche Bank, Josef Ackermann, que hoy participó en unas jornadas empresariales en Seúl, no quiso referirse específicamente al caso de la banca asiática, pero si consideró muy importante que los bancos compitan con las mismas reglas de juego.

«Es crucial que los bancos que compiten globalmente afronten los mismos requisitos. Tenemos que combatir con el mismo nivel de efectivos, por decirlo así», apuntó.

«Si hay entidades nacionales que no pueden cumplir con estos requisitos, es el papel de las autoridades nacionales decidir qué hace con ellas», añadió.

La propuesta del G-20 establece que los reguladores nacionales tengan la capacidad efectiva de «resolver» los problemas de algunas entidades.

Los supervisores deben contar con el «mandato inequívoco, con los recursos apropiados y con todas las armas necesarias para realizar una intervención efectiva».

Los bancos que operan a escala internacional «deberán contar con una capacidad mayor de absorber sus pérdidas», lo que se traduce en que deberán contar con mas provisiones que el resto.

Las medidas que adopten los países serán evaluadas por un comité específico creado por el Consejo de Estabilidad Financiera, un órgano que depende del Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIP).