El Gobierno y la oposición rompen la negociación del presupuesto luso del 2011

EFE

ECONOMÍA

Aunque ninguna de las dos partes explicó el contenido de las desavenencias, algunos medios lusos aseguraron que se deben a las medidas impositivas.

27 oct 2010 . Actualizado a las 16:14 h.

El Gobierno socialista y la oposición conservadora de Portugal rompieron hoy sus negociaciones sobre el presupuesto del Estado para 2011, que debe aplicar un severo plan de ajuste económico exigido por la CE para superar el déficit luso.

El responsable de la delegación del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) en las negociaciones, Eduardo Catroga, acusó al Gobierno socialista de causar la ruptura por ser «inflexible» en sus planteamientos.

Mientras se anunciaba el fin de las negociaciones, el jefe Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, figura histórica del PSD, convoco al órgano consultivo de la Presidencia de la República, el Consejo de Estado, para deliberar el viernes sobre la situación política del país y los presupuestos para 2011.

El Ejecutivo de José Sócrates, en minoría parlamentaria, necesita los votos o, al menos, la abstención del PSD para sacar adelante el presupuesto del Estado en la votación prevista para la próxima semana, una vez que los otros partidos de la Cámara, dos marxistas y uno demócrata cristiano, han anunciado que votarán en contra.

Pero los socialdemócratas exigen, para no vetarlo, que el presupuesto reduzca los aumentos del IVA y otros impuestos previstos y aumente el ahorro de gastos y recorte aún más las inversiones en el sector público para compensarlo.

Sócrates espera reducir con esos presupuestos el déficit fiscal del país, que cerró 2009 en el 9,3 por ciento, hasta un 4,6 por ciento y cumplir así las exigencias de la Comisión Europea (CE) y calmar los mercados, que han elevado la desconfianza sobre la deuda lusa a los peores niveles desde la implantación del euro en 2002.

El presupuesto presentado por los socialistas, que gobiernan desde 2005 pero perdieron la mayoría absoluta en las elecciones del año pasado, incluyen congelación de pensiones y reducción de salarios y personal de la Administración, aumentos de impuestos a la renta y operaciones de capital, ventas de empresas y activos del Estado y reducción de gastos e inversiones públicas.

Catroga declaró a los periodistas que el Gobierno puso hoy encima de la mesa una contrapropuesta con carácter «definitivo» que ellos no aceptan e impide continuar las conversaciones.

Aunque ninguna de las dos partes explicó el contenido de las desavenencias, algunos medios lusos aseguraron que se deben a las medidas impositivas, en las que el Gobierno quiere mantener las subidas del IVA (del 21 al 23 por ciento en su tipo más alto) y de los gravámenes personales.

El anuncio de la ruptura entre Gobierno y oposición hizo de inmediato que la Bolsa de Lisboa cayera alrededor del uno por ciento e impulsó al alza los intereses sobre el bono a diez años de la deuda lusa, que subió casi dos décimas y empezó a aproximarse al 5,8 por ciento.

La crisis portuguesa y la falta de resultado de las medidas de ajuste anunciadas ya en tres ocasiones a lo largo de este año llegó a disparar en los últimos meses los intereses que penalizan la deuda soberana de Portugal por encima del 6,5 por ciento.

El Gobierno luso había colocado hoy, horas antes de la ruptura con la oposición, 1.225 millones de euros en deuda con menor presión del mercado, que compró bonos a cuatro años a interés más bajo (4,01 por cinto) que la última emisión.

Una segunda parte de la colocación, a ocho años, registró un interés mayor, del 5,13 por ciento, que la anterior emisión similar, aunque ésta se produjo en 2008, antes de que la crisis lusa llevara su deuda soberana a los críticos niveles de confianza registrados en los últimos meses.

El Instituto de Gestión de Crédito Público luso cumplió prácticamente su objetivo de sacar hoy al mercado entre 750 y 1.250 millones de euros y la demanda casi triplicó la oferta, según fuentes oficiales.