Irlanda, obligada a inyectar 50.000 millones para sanear sus bancos, eleva su déficit a un astronómico 32% del PIB

La Voz DUBLÍN/BRUSELAS/LA VOZ.

ECONOMÍA

01 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En un desesperado intento por calmar a los mercados, el Gobierno irlandés desveló ayer la astronómica factura del rescate del Anglo Irish Bank, que tuvo que ser nacionalizado «de urgencia» a principios del 2009, que se eleva ya a 29.300 millones de euros y que, en el peor de los escenarios, podría acabar alcanzando los 34.300. Además, el Allied Irish Banks, que aprobó los test de solvencia el pasado julio, necesita ahora añadir otros 3.000 millones a los 3.500 que ya ha recibido del Estado, lo que llevará al Gobierno a hacerse con el 90% del primer banco privado irlandés mediante la compra de acciones ordinarias.

Con todo, el agujero de los bancos nacionales obligará al Gobierno a inyectar casi 50.000 millones de euros, que saldrán del bolsillo de los contribuyentes. Un recibo multimillonario que hará que el déficit público irlandés, que debía elevarse este año hasta el 11,6% del PIB, trepe hasta el 32%; y que la deuda pública, que se elevaba al 64% a finales del 2009, rondará el 100% del producto interior bruto. Así lo detalló ayer el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, quien calificó las cifras de «horrendas», aunque indicó que su divulgación debería transmitir «tranquilidad» a los mercados internacionales y a los inversores, al tiempo que aseguró que la subida del déficit público es «coyuntural». El objetivo, dijo, continúa siendo reducir el agujero de las cuentas del Estado hasta el 3% del PIB en el 2014, en línea con las directrices de la UE.

«El apoyo general del Estado a nuestro sistema bancario continúa siendo manejable y se puede acomodar dentro de los planes fiscales del Gobierno para los próximos años», afirmó.

Por otra parte, la Unión Europea solicitó ayer a Portugal que acompañe las medidas adicionales de ajuste que presentó el miércoles con reformas estructurales para fomentar el crecimiento económico y remediar la pérdida de competitividad que ha sufrido en los últimos años. El líder del Eurogrupo, Jean Claude Juncker; el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, y el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, trasladaron este mensaje al Ejecutivo luso en la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro, que se celebró ayer en Bruselas.

«Pedimos al Gobierno [de Portugal] que apoye las medidas con reformas estructurales para reforzar el crecimiento, eliminando rigideces en el mercado de trabajo», solicitó Rehn, quien dio de plazo hasta noviembre para que se presentes esos cambios.

El comisario felicitó al Gabinete de José Sócrates por los ajustes adicionales adoptados que, a su juicio, serán suficientes para alcanzar los objetivos de reducción del déficit (fijados en el 7,3% del producto interior bruto y en el 4,6% para el 2010 y el 2011).

Presionada por los mercados de deuda, Portugal acaba de anunciar nuevas medidas para reducir el déficit, que incluyen un aumento del IVA, una rebaja del salario de los funcionarios, la congelación de pensiones y recortes del gasto y la inversión estatal.