UE refuerza la regulación financiera para evitar nuevos descalabros de los bancos

AFP

ECONOMÍA

Serán creados tres entes transnacionales que vigilarán a bancos y mercados, tras una crisis que sigue sintiéndose, sobre todo en Irlanda.

22 sep 2010 . Actualizado a las 20:12 h.

Europa, en la misma senda que Estados Unidos, adoptó el miércoles un sistema que reforzará la supervisión financiera, con la creación de tres entes transnacionales que vigilarán a bancos y mercados, tras una crisis que sigue sintiéndose, sobre todo en Irlanda.

Reunidos en sesión plenaria en Estrasburgo (Francia), los eurodiputados adoptaron por mayoría este proyecto llamado a extraer lecciones de la última crisis financiera mundial y evitar los descalabros de los bancos, tras más de un año y medio de intensas negociaciones en el seno de la Unión Europea (UE).

«Será un perro guardián capaz de ladrar y, si es necesario, morder», alertó el presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek, sobre esta reforma que busca evitar repetir la historia de la última hecatombe financiera mundial, que llegó a su ápice en el 2008, cuando muchos grandes bancos debieron ser rescatados con el dinero del contribuyente.

La nueva legislación entrará en vigor el 1 de enero del 2011 y estará llamada a prevenir futuras «crisis severas, proteger a los consumidores y alentar un crecimiento (económico) sostenible», subrayó el comisario europeo de Servicios Financieros, Michel Barnier.

La creación de tres nuevas autoridades europeas encargadas de vigilar a los bancos, las aseguradoras y los mercados, respectivamente basadas en Londres, Fráncfort y París, es el plato fuerte de la reforma, similar a la adoptada recientemente por Estados Unidos. Estos organismos controlarán el sector financiero en los países de la UE y podrán prohibir en determinados casos los productos financieros juzgados demasiado peligrosos. Hasta ahora, solo los entes nacionales gozaban de estas prerrogativas.

Comité

La nueva legislación prevé además la creación de un Comité Europeo de Riesgo Sistémico que advertirá a las autoridades nacionales cuando detecte problemas importantes para la estabilidad financiera. Estará dirigido por el presidente del Banco Central Europeo (BCE) durante los cinco primeros años, pese a las reticencias de Gran Bretaña, país que no es miembro de la Eurozona. La cuestión será examinada de nuevo tras el primer lustro.

Gran Bretaña, en cuya capital, Londres, se concentra el 80% de la industria financiera europea, consiguió incluir una cláusula que impida a las nuevas autoridades imponer decisiones que impliquen recurrir al bolsillo del contribuyente. Mientras Europa intenta prevenir para evitar tener que curar, la última crisis sigue dando coletazos en el continente, especialmente en Irlanda, donde el coste de los rescates bancarios está asfixiando las finanzas públicas.

Pese a que Irlanda superó el martes una crucial prueba para sus deudas soberanas en los mercados, al colocar emisiones de bonos del Tesoro sin problemas, existen temores de que acabe recurriendo a una ayuda internacional. En concreto, se baraja la hipótesis de que Dublín haga un llamamiento a un fondo habilitado en mayo por Europa y el Fondo Monetario Internacional (FMI), tras la crisis de las finanzas griegas, para asistir a los países de la zona euro en riesgo de bancarrota.

La eurodiputada británica Sharon Bowles declaró el miércoles en Estrasburgo que el contribuyente necesita «autoridades que metan la cuchara en todos los asuntos y tengan ojos en la nuca» para prevenir el comportamiento tachado de irresponsable de muchas entidades bancarias. El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, cuyo país preside este semestre la UE, se congratuló por la reforma adoptada, al afirmar que su aprobación demuestra que lo que Estados Unidos puede hacer, Europa también lo puede.